No los veíamos en el mismo lugar y a la misma hora desde la graduación de Irene Urdangarin (18 años) en su escuela de Ginebra. La infanta Cristina (58 años) e Iñaki Urdangarin (55 años) han coincidido de nuevo este sábado en Granollers, Barcelona, donde asistieron al encuentro de balonmano de la liga europea que enfrentó al Fraikin Granollers, en cuyas filas juega Pablo Urdangarin (22 años), y al Constanta rumano. Tanto Cristina como Iñaki, acompañados de sus hijos Miguel e Irene, y de la novia de Pablo, Johanna Zott, quisieron arropar a su hijo en este importante partido, aunque la suerte no estuvo de su lado porque su equipo perdió por dos goles de diferencia.
La relación entre la infanta y su exmarido es tensa, pero educada. Se sentaron muy cerca, pero en filas diferentes, como ya hicieron en la graduación de Irene. No hablaron, pero por el bien de sus hijos, tampoco se les vio ningún gesto de desaprobación mutua. Irene se sentó entre su padre y la novia de su hermano, totalmente integrada ya en la familia, mientras que en la fila anterior se sentaron Cristina y su hijo Miguel.
Un año y medio desde su ruptura
El pasado mes de enero se cumplió un año desde que la revista Lecturas publicara en exclusiva las fotos de Iñaki Urdangarin en compañía de su nueva pareja, la abogada Ainhoa Armentia. Aquellas imágenes provocaron un auténtico escándalo en la familia del rey y la infanta Cristina, ahora sí, tomó la firme decisión de divorciarse del que aún era su marido y padre de sus cuatro hijos.
Hasta entonces, Cristina había hecho oídos sordos a las recomendaciones de su padre, el rey emérito Juan Carlos, y de su hermano, el rey Felipe, quienes a raíz del caso Nóos le pidieron repetidamente que se separara de Urdangarin para no empañar más la imagen de la familia real. Cristina no les hizo caso, pero la infidelidad manifiesta de Iñaki fue para Cristina la gota que colmó el vaso. Demasiada humillación pública para una mujer que siempre se había mostrado fiel, muy enamorada de su marido y al que nunca dejó solo ni en sus peores momentos.
Las exigencias económicas de Iñaki
Claro que lo que sorprende es que Cristina e Iñaki aún no hayan firmado el divorcio. En principio, decidieron esperar a que Irene fuera mayor de edad, algo que sucedió el pasado 5 de junio, con tal de evitar obstáculos a la hora de tramitarlo, ya que no habría hijos menores de edad. Pasada esa fecha, no ha habido movimientos en ese sentido, aunque ha trascendido que Iñaki habría pedido una importante cantidad de dinero. Las exigencias económicas del ex duque de Palma serían tan grandes, que la infanta Cristina rompió las negociaciones y, por el momento, parece que no hay acuerdo en este asunto.
Cristina sigue manteniendo una buena relación con la que fue su suegra y, de hecho, este verano estuvo visitándola en su casa de Bidart, en el País Vasco francés, junto a sus dos hijos menores Miguel e Irene. No sucede lo mismo con las que fueron sus cuñadas, las hermanas de Iñaki, que, según parece, no quieren ver a Cristina ni en pintura, pues la culpan de todas las desgracias que han caído sobre su hermano.