Las fronteras entre países ha comenzado a cerrarse desde que la crisis sanitaria mundial ocasionada por el coronavirus se definía como pandemia. España, Dinamarca, Polonia, Rusia, Alemania o Noruega, entre otros estados, tomaban estrictas medidas con el objetivo de frenar la curva de contagio lo antes posible.
Sin embargo, mientras el rey Harald de Noruega emitía un comunicado por televisión la noche del domingo dirigido a los ciudadanos noruegos en el que pedía responsabilidad y tranquilidad social, su hija Marta Luisa ha cogido un vuelo a Estados Unidos para reunirse con su pareja, Durek Verret. La princesa se saltaba así todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias, y seguía adelante con sus planes momentos antes de que el Gobierno decretara la prohibición de entrar y salir del país.
En su empeño por demostrar que su relación con el chamán no atraviesa ninguna crisis, la royal ha llegado a poner en riesgo su salud y la de los que la rodean. Un mal ejemplo de irresponsabilidad que no concuerda con el mensaje que su padre enviaba a todos los noruegos. Si hay que recorrer 8000 kilómetros antes de aislarse por un tiempo indefinido debido al covid-19, se hace, sin importar las recomendaciones.
La "fuga" de la princesa se conocía gracias a una publicación del propio Durek en su cuenta de Instagram, donde comparte dos imágenes de la pareja con un cariñoso mensaje: "El amor es más que palabras, es una acción, una declaración. Mi escena favorita de 'Titanic' es cuando Rose dijo 'Si saltas, salto'. Es una declaración y una acción de amor. Este mundo, como sabemos, necesita de más acciones de amor, especialmente con todo lo que está sucediendo en estos momentos. Menos odio, menos juicio, menos señalar con el dedo y mucho más amor, por favor", comenzaba.
Mencionando a su pareja, continuaba con sus palabras: "Mi amor, sin ni siquiera decirme nada, apareció en mi puerta antes de aislarme. Literalmente voló por todo el mundo antes de que se cerraran las fronteras de su país. Solo para verme antes de que ya no podamos, solo fueron dos días. Fueron los dos mejores días de mi vida para mí y para mi familia. Cuando ella me dio la sorpresa, lloré como un niño, porque eso es amor para mí. Es demostrarlo con acciones. Sé que ella me ama tanto como yo la amo. Demostrarlo con hechos es mucho más grande que solo decirlo. No está de más lavar los platos o sacar la basura o sorprender a tu pareja con un regalo o darle un masaje. Solo hay que hacerlo. Como ir directamente al aeropuerto con tus hijos, sin maletas, sin nada y subirte a un avión solo para ver a la persona que amas. Eso es amor. Te amo, mi dulce Martha. Eres una mujer increíble, hermosa, poderosa y sabia que me hace mejor hombre. Si tu saltas, yo salto. Los quiero a todos. Estamos capeando esta tormenta con alegría. Nacimos para ganar", prosigue.
La respuesta de Marta Luisa no se hacía esperar: "En estos tiempos impredecibles y desafiantes de los que todos formamos parte, donde me solidarizo por todos los afectados, debemos recordar que más importante que el miedo que todos tenemos es el amor que nos profesamos unos a otros. Me encanta recibirte con amor, cariño @shamandurek . Haces que mi alma cante. Es importante demostrarlo, ahora más que nunca. Incluso si no podemos abrazarnos y hemos desarrollado nuevas rutinas para mantenernos a salvo, todos hemos de amarnos más. Decirnos cosas hermosas unos a otros y estar juntos. No difundas negatividad, sino amor genuino y verdadero. Incluso durante la cuarentena, amemos más. Ni siquiera tenéis la excusa de no tener tiempo para poner en marcha actos amorosos hacia los demás. De repente tenéis mucho tiempo para pasarlo juntos. Hacedlo de las maneras que podáis, además de lavaros mucho las manos y de seguir constantemente los consejos de la OMS. Ayudémonos unos a otros en estos tiempos. AMOR. Estemos solos con la naturaleza y el amor. Rezo por todos los afectados y para que todos podamos estar en este maravilloso planeta en el que vivimos con el respeto y el amor que se merece", contestaba la princesa con el mismo amor y cariño demostrado en cada una de sus palabras.