Isabel II emitió ayer un comunicado en el que por primera vez se pronunció sobre la crisis del coronavirus. En el escrito reveló que tanto ella como su marido Felipe de Edimburgo se encuentran en su residencia de Windsor y que es allí donde van a pasar la cuarentena en compañía de sus corgis, porque Isabel II no ha dudado en llevarse con ella a sus perros. Pero antes de su retiro, la reina de Inglaterra lo ha dejado todo más que preparado por si en alguna situación excepcional la familia real tuviera que actuar. De momento toda su familia se ha unido a la situación de aislamiento, pero ella ha dejado bien claro quién tendría que asumir sus funciones en caso de necesidad.
La reina de Inglaterra, según expertos reales de Reino Unido, ha delegado sus funciones en su nieto el príncipe Guillermo. Si hubiese seguido lo que dicta la línea de sucesión al trono, esta responsabilidad la hubiera adquirido su hijo Carlos de Inglaterra. Pero teniendo en cuenta que tiene 71 años, es una de las personas que entran dentro del grupo de riesgo del coronavirus debido a su edad y de ahí que su madre lo haya descartado sin pensárselo dos veces.
La confianza que la reina ha depositado en su nieto se puede comprobar en la forma en la que los miembros de la familia real británica han transmitido sus mensajes sobre la situación de crisis que estamos viviendo. Mientras Isabel II y el príncipe Harry han optado por un comunicado escrito y Carlos de Inglaterra ni siquiera se ha pronunciado, el mensaje de Guillermo fue mucho más potente. El duque de Cambridge compartió en su perfil de Instagram un video en el que aparece mirando a cámara y lanzando un mensaje más extenso a los ciudadanos.
Una de las cosas más curiosas que deja esta situación es que existe la posibilidad de que el príncipe Harry tenga que retomar sus funciones como miembro de la monarquía británica. Si ahora su hermano Guillermo es el máximo responsable y teniendo en cuenta que los hijos de los duques de Cambridge son muy pequeños para asumir funciones, teniendo en cuenta la línea de sucesión el duque de Sussex sería el siguiente al que Isabel II pediría responsabilidad en estos momentos.
En estos casos extremos la monarca daría las órdenes desde Windsor. En las próximas semanas no se va a mover de allí y va a estar en contacto con los médicos de forma permanente. Teniendo en cuenta que Isabel II tiene 93 años, el equipo médico de Buckingham Palace va a hablar con ella diariamente para saber cómo se encuentra.