La estancia de la infanta Cristina en Barcelona ha dado para mucho. Al margen de su situación sentimental, si hay algo que está por encima de todo para la hermana de Felipe VI es el bienestar de sus cuatro hijos. Después de semanas de dimes y diretes, este miércoles Lecturas publicaba en exclusiva la versión de Cristina, un testimonio que deja patente que el perdón ya no tiene cabida en su matrimonio con Iñaki urdangarin.
La infanta Cristina ha tratado, en todo momento, que el escándalo de Iñaki Urdangarin no afectase a sus cuatro hijos. Eso le llevó a mantener una conversación con cada uno de ellos para hacerles llegar la realidad de su matrimonio, y contarles que va a pasar a partir de ahora. El primer encuentro publicado también por Lecturas reunió a Juan, Miguel e Irene en Ginebra, sin embargo, Pablo Urdangarin ha tenido que esperar a este fin de semana para hablar cara a cara con su madre tras la polémica separación.
Tal y como relata Pilar Eyre en exclusiva para Lecturas, madre e hijo hablaron largo y tendido después de dejarse ver en las gradas del Pabellón Blaugrana de la ciudad condal para presenciar un partido de balonmano. La bloguera de Lecturas recuerda que el día en que el joven confesó a la prensa que no tendría problema en conocer a Ainhoa Armentia "la infanta lloró con auténtica desesperación", unas declaraciones que doña Cristina no dudó en recordar a su hijo. Tras escuchar a su madre, Pablo "entendió que hay ciertos límites que no pueden cruzarse".
Ahora que Juan, Pablo, Miguel e Irene conocen la situación con todo lujo de detalles, doña Cristina se siente mucho más aliviada y aunque es consciente de que su vida dará un giro de 180º, no piensa dar un paso atrás y se muestra firme en su decisión de romper definitivamente con el padre de sus hijos.