A los británicos les encanta hacer cábalas sobre todos los asuntos relacionados con la Familia Real. Tanto es así que es habitual que en las casas de apuestas se puje por qué día se producirá un nacimiento, cómo se llamará el nuevo miembro de la realeza o cuándo habrá determinados eventos familiares.
En los últimos días ha habido un tema que se ha convertido en el más comentado en torno a la familia de Isabel II. Se trata de la boda de Beatriz de York y su novio Edoardo Mapelli. Las casas de apuestas han tenido que cerrar este tema porque eran demasiadas las personas que estaban apostando por posibles fechas y la mayoría coincidía en que el anuncio de su compromiso es inminente.
Hay varios hechos que apuntan a que la hija mayor de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés pasará pronto por el altar. Uno es que llevan casi un año de relación, un tiempo prudencial para anunciar su compromiso. Otro es que la hermana pequeña de Beatriz, Eugenia, ya se casó el año pasado. Lo normal en la monarquía británica es que las bodas de los hermanos sigan el orden según la edad de los protagonistas, y en este caso la regla se rompió.
Por este motivo Beatriz se siente presionada a la hora de tener que anunciar su compromiso y contraer matrimonio el próximo año. La joven ya ha presentado al italiano a los miembros de su familia, entre ellos a su abuela la reina Isabel II. Un paso importante teniendo en cuenta que desde que rompió con su anterior pareja, con quien mantuvo una relación de diez años, Beatriz no había incluido a ningún chico en la familia.
Además pese a llevar poco tiempo de noviazgo, Edo ya ha acompañado a la princesa en algunos actos oficiales. Algo que las parejas de los miembros de la realeza no suelen hacer si la relación no va en serio o si no tienen planes de compromiso.
De momento la prima de los príncipes Guillermo y Harry de Inglaterra se encuentra disfrutando del verano junto a su novio. Han acudido a eventos de ocio como conciertos o cenas con amigos en el que quizá sea su último verano de solteros.