Los estilismos que los diferentes miembros de la familia real lucen en cada una de sus apariciones públicas suelen analizarse con lupa en busca, en muchos casos, de mensajes ocultos en su vestimenta. Si hace unos meses el anillo de la reina Letizia copaba titulares por su misteriosa procedencia, ahora ha sido otra joya, en este caso de la reina Sofía, la que ha acaparado todas las miradas.
Tras unos meses más alejada de los compromisos oficiales, la Reina Emérita acudió el pasado jueves 27 de febrero en Madrid la entrega de los galardones Iberoamericanos de Mecenazgo de la Fundación Callia en la Real Academia de Bellas Artes de san Fernando. Una ocasión en la que lució un colgante de lo más especial: una cadena dorada en la que cuelgan medallas con las iniciales de sus nietos e hijos.
En concreto, en las medallas se podía ver con claridad la E, de Elena; la C, de Cristina; la J, de Juan; la I, de Irene; la L, de Leonor; y la S, de Sofía. Un diseño discreto pero con un significado muy importante para la monarca, quien vuelve a demostrar una vez más que su mayor debilidad es su familia. La pieza, además, ha levantado todo tipo de rumores, ya que todo hace pensar que se trataría de un regalo reciente.
Esta no es la primera vez que un miembro de la familia real luce una joya parecida. Además de su ya más que famoso anillo, el cual no se quita en ningún acto, la reina Letizia lució durante años una pulsera de la firma Tous con el nombre de la princesa Leonor. A estas letras añadió una C, en homenaje a su sobrina Carla, y una S por su hija Sofía. La mujer de Felipe VI llevó la pieza hasta el año 2009, cuando misteriosamente dejó de ponérsela.