La princesa Mette-Marit, diagnosticada de fibrosis pulmonar desde hace dos años, mantiene una agenda de lo más leve. Con motivo de esta situación, su hija mayor, la heredera Ingrid Alexandra, cada día cobra más protagonismo junto a su padre al frente de la Corona. Sin embargo, la esposa del príncipe Haakon se muestra optimista y, siempre que le es posible, saca fuerzas para acompañar a su marido allá donde va.
Además de las numerosas excursiones y escapadas que protagonizan juntos, la princesa no duda en seguir al príncipe Haakon en su agenda institucional. Y así lo está haciendo esta misma semana. Este martes visitaron juntos la escuela primaria de Kristiansund y Allanengen. La pareja ha pasado por lo que todas las escuelas y los estudiantes han experimentado en los últimos seis meses: con la educación en el hogar para empezar y ahora con estrictas medidas de control de infecciones.
El recorrido continuaba ayer miércoles en Florø, donde el príncipe heredero y la princesa heredera se enteraron de cómo se ha experimentado el voluntariado durante los últimos seis meses. La pareja pudo participar en el primer ejercicio de la cruz mayor de Florø desde que estalló la pandemia. Además, conocieron a un grupo de jóvenes que practican deportes electrónicos, mientras que el príncipe heredero pudo conducir el barco eléctrico más rápido del mundo.
Para la jornada del jueves, Haakon y Mette-Marit de Noruega han visitado la zona de Stavanger para escuchar las experiencias que han adquirido y cómo ven el futuro. Tal y como han sido informados, el petróleo y la energía emplean a más de 40.000 personas en Rogaland y la pandemia ha afectado a la industria de muchas formas.
Tal y como parece, la Casa Real de Noruega está realizando así un intenso recorrido por el país con el fin de mostrar su apoyo y supervisar las situaciones que están viviendo diferentes sectores. Pese a que no se la esperaba, la princesa sí está pudiendo acompañar a su esposo en casi todo momento.
Parece que el verano y las vacaciones en familia le han sentado especialmente bien a Mette-Marit. Con una actitud muy positiva y tan sonriente como siempre, la royal parece que está pasando una buena racha, en lo que a su salud se refiere. Y, sin lugar a dudas, no va a dejar escapar la oportunidad de aprovecharla.
[Imágenes: Det Norske Kongehuset / Berit Roald / NTB]