Charlene de Mónaco está viviendo un verano de lo más ajetreado. Lejos queda ya esa ausencia que duró meses porque la mujer de Alberto de Mónaco está más que inmersa en sus compromisos profesionales. Y en el último ha dejado ver su lado más tierno. La princesa ha realizado una visita en solitario a una residencia de ancianos y ha tratado con mucho cariño a todos a los que se ha acercado. Así ha transmitido su imagen más cercana y ha demostrado que está muy implicada en las diferentes causas sociales.
En el perfil de Instagram de la Casa Real de Mónaco han compartido una galería de imágenes en las que se puede ver cómo Charlene de Mónaco ha llegado a la residencia y ha tenido un caluroso recibimiento. Además, se ve cómo la mujer del príncipe Alberto se ha acercado a los ancianos y ha conversado con ellos, ha intercambiado gestos de lo más cariñosos, ha recibido un ramo de flores con el que se ha sentido muy agradecida y ha saludado al personal que allí trabaja para darles la enhorabuena por su trabajo. Con la mascarilla para evitar riesgos, Charlene ha vivido con todo esto una jornada muy entrañable.
Para la ocasión, Charlene de Mónaco ha lucido uno de sus looks más alegres y llamativos. Esta vez, la princesa se ha decantado por un vestido amarillo de lo más veraniego con el que ha puesto el toque de color a esta visita tan especial. Esta vez la ha hecho sin Alberto de Mónaco. Él se encuentra en Atapuerca visitando los yacimientos, así que en esta ocasión le ha tocado a Charlene aparecer en solitario. Una clara muestra de que ya ha recuperado su propia agenda y de que los actos solidarios y sociales, que son los que más le gustan, están muy presentes en su día a día.