Han sido los grandes protagonistas del Baile de la Cruz Roja celebrado en Montecarlo. Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto posaban ante la prensa con una acompañante de excepción, su sobrina Camille Gottlieb, hija de la princesa Estefanía de Mónaco y Jean Raymond Gottlieb. Una noche muy especial por el significado solidario de esta gala que siempre ha sido una de las preferidas de la casa real monesgaca.
Charlene de Mónaco ha vuelto a demostrar que tiene un estilo insuperable luciendo un vestido largo satinado con adornos florales joya. Una creación sin mangas y con falda hasta el suelo un tanto abullonada. La sobrina de la pareja optaba por un diseño negro con transparencias que lucía con unos bonitos salones de tacón cómodo con un lazo y perlas cosidas en la puntera.
La princesa remataba su estilismo con un bolso de mano metalizado en color negro, pero lo que más llamaba la atención era su collar. Rígido, de diamantes y con una mariposa, este accesorio se convertía en el foco de atención de su estilismo. Y no es para menos.
La princesa Charlene de Mónaco remataba un look de matrícula de honor gracias a un maquillaje en tonos metalizados y su corto cabello peinado a un lado, que es al que más recurre en sus últimas apariciones públicas.
El Baile de la Cruz Roja es uno de los eventos con más significado para la casa real monesgaca no solo porque se recaudan fondos con fines sociales, sino porque era una de las citas favoritas del príncipe Rainiero y de su esposa, Grace Kelly.
Alicia Keys, pianista, cantante, autora, compositora e intérprete, ha sido la embajadora elegida de esta septuagésima tercera Gala de la Cruz Roja de Mónaco, que se ha celebrado en la Place du Casino de Montecarlo. Una gala que el resto de la familia real monesgaca se ha perdido, seguramente al estar de vacaciones.