Tras el nacimiento de sus dos hijos, la agenda pública de Charlene de Mónaco se ha tornado muy reducida, y únicamente asiste a un número contado de actos y eventos para poder dedicarse casi a cien por cien al cuidado y educación de sus pequeños.
Sin embargo, la princesa ha asistido esta misma mañana a una entrega de premios en la Plaza del Palacio de Mónaco. Concretamente ha presidido las concesiones de los galardones del concurso 'Elegance et Automobile Monte-Carlo 2019', una importante cita para los coleccionistas de coches y los aficionados, donde se presentan los modelos más bellos del mundo.
Para la ocasión, Charlene ha optado por un look que recuerda mucho al estilo de Rania de Jordania: una camisa blanca combinada con falda larga, en este caso, con estampado de rayas verticales en dos tonalidades. En esta versión clásica del conjunto la princesa ha escogido una camisa de corte masculino con complementos de piel, tanto el cinturón como los zapatos.
De nuevo la princesa de Mónaco aparece un un acto público sin su esposo Alberto. A pesar de que en redes sociales comparten imágenes en familia con sus pequeños, lo cierto es que los dos suelen seguir agendas separadas y acudir a diferentes compromisos sin compañía. En esta ocasión, la sorpresa es aún más impactante ya que precisamente hoy y mañana los príncipes monegascos cumplen su octavo aniversario de bodas.
Alberto y Charlene se dieron el "Sí quiero" civil el 1 de julio de 2011 y, al día siguiente, tuvo lugar la ceremonia religiosa que concluyó con una gran fiesta. El casamiento fue uno de los más sonados de la realeza europea por el percance que hubo con la ex nadadora sudafricana al desaparecer tres días antes del enlace. Según emitió Palacio en un comunicado, aquellos rumores solo tuvieron el objetivo de dañar las imágenes del soberano y de Wittstock, pero sin duda fue una anécdota de la que aún no se han esclarecido las reales que tuvo la princesa.