Charlene de Mónaco está en el punto de mira. Solo lleva cinco días de vuelta en el Principado cuando ha salido a la luz que no se habría instalado en el Palacio Grimaldi junto a su marido y sus hijos. Ha sido su cuñada, Chantell Wittstock, quien revelaba al diario británico Daily Mail que la exnadadora reside en un apartamento de dos habitaciones muy cercano a la residencia oficial o, al menos, ese era su hogar antes de trasladarse a Sudáfrica hace seis meses, unas declaraciones que vuelven a poner sobre la mesa los rumores de crisis que habría en el matrimonio desde hace años.
"No está claro aún dónde se instalará ni nada de eso. Acaba de llegar y tiene que situarse...", contaba dejando entrever que su presencia en palacio nunca ha sido una opción. Al margen de esta enésima controversia entorno a Charlene, su cuñada quiso dejar claro que está feliz de haber vuelto a casa: "La princesa está muy contenta de ver a los niños y ellos de ver a su madre de nuevo", apuntaba sin mencionar en ningún momento al príncipe Alberto.
Probablemente, Chantell no ha sido consciente del alcance de sus declaraciones y zanjó el tema aclarando que sea cual sea la elección de Charlene "será con su marido y con sus hijos".
Lejos de quedarse ahí, la mujer de su hermano Sean ha negado que Charlene vaya a retomar sus compromisos profesionales de inmediato. Según Chantell, la princesa necesita tranquilidad y no acompañará a su marido en su inminente viaje a Dubái tal y como estaba previsto: "Se lo va a tomar con calma. Su principal prioridad ahora será pasar tiempo con sus hijos y su familia". Quizás sea el próximo 19 de noviembre, con motivo del Día Nacional de Mónaco, cuando veamos de nuevo a la princesa junto a toda la familia Grimaldi en el tradicional posado desde el balcón.