Charlene de Mónaco, la gran ausente de la tradicional procesión de Santa Devota con Jacques y Gabriella como protagonistas

La celebración de Santa Devota coincide con la última vez que Charlene de Mónaco asistió a un acto oficial

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Alberto de Mónaco, Jacques, Gabriella, Camille
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Solo dos días después de su cumpleaños, Charlene de Mónaco ha vuelto a ser noticia por su ausencia en la tradicional procesión de Santa Devota en la que el príncipe Alberto ha estado acompañado de sus hijos, Jacques y Gabriella, de su hermana Carolina, que ha ocupado el lugar de sustituta oficial de la sudafricana en su ausencia así como de Camille y Louis, hijos de Estefanía.

Aunque bien es cierto que no se esperaba su presencia por estar "retirada de la vida pública" mientras se repone de sus misteriosos problemas de salud, los medios franceses habían dejado una puerta abierta a su reaparición en este día tan señalado para la familia real de Mónaco. Finalmente no ha sido así y los mellizos han acaparado todo el protagonismo aunque desde la Casa Real se informaba que la princesa se recupera "de forma satisfactoria y muy alentadora".

Procesión de Santa Devota

Carolina de Mónaco muy pendiente de sus sobrinos

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Tal y como se puede ver en las imágenes, Jacques y Gabriella disfrutaron de lo lindo del acto ante la mirada de su padre y su tía. La pequeña, de siete años, hizo gala de su espontaneidad con divertidos gestos llegándose a bajar la mascarilla para soplar a la fogata que ardía frente a ellos. Por tradición, Santa Devota se celebra con la quema de una barca, una ceremonia que rememora la forma en la que llegó la santa a este lugar en el siglo III.

Jacques y Gabriella

Gabriella hace gala de su espontaneidad en Santa Devota

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Fue hace justo un año cuando Charlene asistía a esta misma cita junto a su marido y sus hijos. Por aquel entonces no lo sabía pero sería el último acto oficial al que iba a acudir. Más tarde se marchó a Sudáfrica para cumplir con unos compromisos oficiales y allí sufrió una fuerte infección que la tuvo lejos de Mónaco durante seis meses. De vuelta a casa, la princesa se ha recluido en una clínica de lujo en Suiza para solventar todos sus problemas físicos y psicológicos.