Desde que Charlene de Mónaco se viera obligada a quedarse en Sudáfrica debido a la infección ORL (que afecta a oídos, nariz y garganta), que le impide montarse en un avión y por la que ha tenido que ser intervenida en dos ocasiones, la mujer de Alberto de Mónaco se ha convertido en el centro de todas las miradas. Su distanciamiento físico con su marido y los constantes rumores de crisis han llevado a la exdeportista ha convertir su cuenta de Instagram en el lugar a través del que contesta a todas las informaciones pero en el que, sin embargo, ella no quiere ni oír hablar del resto de miembros de su familia.