Ya son varios los eventos que, como medida de seguridad, han sido cancelados para evitar un contagio en masa por el coronavirus. Hace unos días, el emperador Naruhito informaba de que no saldría al balcón imperial el día de su cumpleaños, una decisión con la que no habría entonces reunión de ciudadanos dispuestos a felicitarle por su cumpleaños.
A pesar de que las autoridades insisten en mantener la calma, las Casas Reales de Europa comienzan a sufrir cambios en sus agendas por este mismo motivo. La primera de ellas ha sido Suecia que, además de poner en marcha un protocolo para contener la infección, ha tenido que posponer un acto oficial que tenía previsto para este mismo miércoles.
El rey Carlos Gustavo y su mujer, Silvia, se han visto obligados a posponer una cena de gala que iba a celebrarse dentro de dos días en el castillo real de Estocolmo. Se trata de un banquete de cortesía o de representación ofrecido a 150 asistentes procedentes tanto de dentro de las fronteras como de otros países. "Se ha optado por esta vía por el bien de los invitados. Ahora estamos contactando con todos para informarles personalmente", se comunicaba desde la Corona.
Tal y como ha informado Margareta Thorgren, responsable de prensa de la Casa Real sueca, la decisión de cancelar la cita ha sido tomada por el propio monarca, a fin de no correr ningún riesgo, ya no solo por la proximidad de todos los invitados, cuya multitud se reúne en uno de los salones del castillo, sino porque hay un besamanos con los miembros de la Familia Real sueca.
Por el momento, la Familia Real todavía no ha cerrado una nueva fecha para esta cena de gala -a la que suelen acudir los reyes junto con los príncipes Victoria, Daniel, Carlos Felipe y Sofía-, que se retomará cuando la situación del coronavirus esté más controlada.
Además de esta cancelación, la Casa Real tiene previsto analizar a fondo todos los viajes que tienen que realizar los Bernadotte en los próximos días y semanas, por lo que algunos de estos desplazamientos puede que se vean cancelados. "Seguimos las indicaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores. Tenemos varios viajes previstos a corto plazo que todavía están por decidirse y es algo que estamos evaluando día a día. La Familia Real a menudo viaja al extranjero, pero por el momento no ha estado en ninguna de las zonas de alto riesgo", explica Thorgren.
La última medida de la Familia Real sueca ha sido poner en marcha en marcha un estricto protocolo para evitar que sus empleados contraigan el virus y, lo que es más grave, puedan contagiar al resto del personal. Se evitará que entren en Palacio trabajadores que hayan viajado a zonas altamente afectadas, así como los que muestren signos de malestar.