Mientras la princesa Charlene y el príncipe Alberto están de celebración por su undécimo aniversario de boda, la princesa Carolina hacía acto de presencia en el Torneo Internacional de Saltos de Mónaco, como gran aficionada que es a la hípica. Carolina no estuvo sola, sino que estuvo acompañada por sus dos hijas, Carlota Casiraghi, que asistió con su marido, Dimitri Rassam, y la princesa Alexandra de Hannover, con su novio, el empresario alemán Ben-Sylvester Strautmann, quienes pasan las vacaciones de verano en Saint Tropez.
Y, como siempre, las mujeres Grimaldi dieron una lección de estilo. Carolina lució un conjunto muy veraniego, de pantalón blanco y camisa de seda estampada, de Chanel. Su hija mayor, Carlota Casiraghi, imagen de la firma francesa, eligió un vestido corto, con volantes al bies en uno de los colores tendencia de la temporada, el naranja, que complementó con unas sandalias blancas estampadas con el logotipo de Chanel. Alexandra, por su parte, más discreta y tímida que su hermana –aunque le apasiona la moda tanto como a ella–, llevó un vestido negro de tirantes.
Carolina y sus hijos son muy queridos en el pequeño principado. La hija mayor de Grace y Rainiero es madre de cuatro hijos que le han dado siete nietos –tres de su hijo Andrea, dos de Carlota y dos de Pierre– y, juntos, forman una gran familia, pese a que no todos viven en Mónaco. Andrea y Tatiana Santo Domingo residen en Londres, mientras que Pierre y Beatrice Borromeo viven en Milán. Carlota, por su parte, vive en París con su marido Dimitri –hijo de la actriz Carole Bouquet–, y Alexandra vive a caballo entre Nueva York y Mónaco. La distancia no es un impedimento para la familia, ya que suelen reunirse con frecuencia en aquellos actos y eventos que marcan el calendario monegasco.