Carolina de Mónaco, con pantalón holgado y sandalias planas, confirma que se puede ir cómoda y elegante a partir de los 60

Atrás quedaron aquellos años en los que los miembros de la familia Grimaldi aparecían cada uno por su lado. Si hace unos días veíamos a Carlota Casiraghi acompañando a su tío Alberto en la Semana FiloMónaco, esta semana ha sido Carolina de Mónaco (67 años) quien, acompañada por Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo ha arropado a Alberto y Charlene en el traslado de la llama olímpica en camino a los Juegos Olímpicos de París 2024. 

Desde la grada, la hija de Grace Kelly siguió con detalle esta significativa ceremonia donde Charlene de Mónaco fue la gran protagonista. Y es que cabe recordar que la sudafricana antes de convertirse en princesa participó en los Juegos Olímpicos como nadadora, lugar donde conoció al padre de sus hijos. 

Considerada un icono de estilo internacional, aunque a ella le cueste reconocerlo, Carolina de Mónaco volvió a derrochar estilo con un sencillo y práctico binomio compuesto por blusa blanca y pantalones holgados, ideales para cualquier figura. 

El look de básicos de Carolina de Mónaco: elegante, práctico y favorecedor

Tal y como se puede ver en las imágenes, Carolina aprovechó el carácter deportivo del acto para sacar a relucir su faceta más casual y distendida. Sin perder un ápice de esa elegancia innata que le caracteriza, la princesa de Hannover cautivó con un sencillo conjunto compuesto por pantalón holgado en color camel y una blusa amplia de color blanco con una llamativa franja roja en el lateral. 

El pantalón, de tiro alto y con pinzas, le ayudaba a verse mucho más estilizada. Y es que nunca se tienen demasiados sastres en el armario, una alternativa ideal para el entretiempo por la fluidez de la tela. Aunque se trata de una prenda muy versátil que combina con todo, Carolina no arriesgó y optó por una blusa oversize de color blanco que destacaba por una enorme franja roja en el lateral derecho. 

No estamos muy acostumbrados a ver a Carolina con este tipo de prendas tan básicas que podrían estar en el armario de cualquier mujer. Pero esto confirma la idea de que se puede ir elegante sin necesidad de grandes inversiones ni ostentaciones. 

Finalmente, la hermana de Alberto de Mónaco cerraba su look con unas sencillas sandalias planas de color camel con las que dejaba al descubierto el color de sus uñas. Tampoco faltaban unas enormes gafas de sol, unos grandes aros de oro y un complemento con el que hizo frente al calor: el abanico. 

A lo largo de todo el acto, Carolina se mostró muy cómplice con su hijo Pierre y su nuera, Beatrice Borromeo, con los que guarda una magnífica relación. 

Beatrice Borromeo, enamora con su vestido 'lady' estampado y moño 'effortless'

Si hubo alguien capaz de eclipsar a Carolina con su incuestionable belleza y estilo, esa fue Beatrice Borromeo. La periodista se unió a su marido y su suegra en este evento deportivo tan significativo para la familia Grimaldi y no defraudó con su estilismo convirtiéndose en una de las mejor vestidas del día. 

Beatrice estaba ideal con un vestido camisero con falda de vuelo, manga corta y largo midi que destaca por su estampado 'Toile de Jouy' en un vibrante azul aguamarina. Una creación de Dior que combinó con un mini bolso de mimbre a juego, también de la maison francesa. Finalmente, completó este look tan veraniego con alpargatas y gafas de sol. Respecto a la parte beauty, se recogió su larga melena rubia en un sencillo moño que decoró con un gran lazo blanco.

Aunque el listón estaba muy alto cuando Beatrice aterrizó en el Principado, rápidamente se coló entre las mejor vestidas de la familia. Embajadora de Dior, siempre compite con su cuñada, Carlota Casiraghi, y su suegra en cuestiones de moda. Y es que ellas son más de Chanel. 

La alegría de Charlene de Mónaco al portar la llama olímpica

El espíritu olímpico ha inundado las calles de Mónaco en su camino hacia París, acto que ha llevado a Charlene y Alberto a rememorar los inicios de su historia de amor en los Juegos Olímpicos de Turín en 2006, cuando se les vio por primera vez juntos en público.

Esta vez, ya con un matrimonio más que consolidado, juntos han trasladado la llama olímpica ante la atenta mirada de sus dos hijos: Jacques y Gabriella. Ataviados con looks deportivos en color blanco, la pareja real se dio un auténtico baño de masas mientras los cientos de curiosos coreaban sus nombres.