Se sabía que Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam celebrarían una segunda boda, esta religiosa, en Saint-Rémy de Provence, pero no trascendió qué día sería. Pues bien, la hija de Carolina de Mónaco y el hijo de la actriz Carole Bouquet contrajeron matrimonio religioso ayer sábado, en la abadía de Sainte-Marie de Pierredon, para después celebrar una pequeña fiesta en la casa que la princesa de Hannover tiene en aquella bella localidad de la Provenza.
A la espera de que el Palais Princier distribuya alguna foto del enlace –como ya hizo en su boda civil–, de momento solo hemos podido saber algunos detalles de esta boda secreta. Por ejemplo, el regalo que los novios hicieron a sus invitados: unos originales ambientadores de lavanda ideales para ambientar los armarios, o la elevada temperatura que hacía ese día en Saint-Rémy, ¡44 grados! El sur de Francia también sufre, como nosotros, esta ola de calor que todavía no remite.
Según informó la revista People, la boda religiosa de Carlota y Dimitri no ha contado con tantos invitados como en su boda civil. Tan solo la familia más cercana y algunos, pocos, amigos, han tenido el honor de compartir con la pareja este día tan especial para ellos.
Carlota adora Saint-Rémy y por eso quiso que este pueblecito del sur de Francia tuviera una relevancia especial en su boda con Dimitri. Cuando murió su padre, Stefano Casiraghi, en octubre de 1990, ella apenas tenía cuatro años. Su madre, Carolina, y sus dos hermanos Andrea y Pierre, se refugiaron en Saint-Rémy, en un bonito mas de piedra, típica construcción de campo. Allí comenzó Carlota a aficionarse a la hípica, ya que la finca tenía una cuadra con caballos, y pasó años felices de su infancia y adolescencia.