Como bien saben los que la conocen de cerca, Carlota Casiraghi siempre se ha desmarcado de su entorno gracias a una faceta filosófica y reflexiva que, hasta ahora, no ha sido tan conocida fuera del ámbito familiar y más cercano. La hija de Carolina de Mónaco ha sido desde joven una amante de la lectura a través de la cual ha buscado la introspección para dar sentido y encontrar respuestas a diferentes momentos de su vida.
Para ella, la literatura y los grandes filósofos han sido de gran ayuda en las situaciones más duras y dolorosas de su existencia, y por ello ha encontrado en su profesor Robert Maggiori un gran apoyo para mostrar una faceta que pocos conocían. Como aliado de su alumna, el filósofo y crítico literario publicó con ella "Archipel des Passions" (Archipiélago de Pasiones), un libro que han escrito conjuntamente y que la joven Grimaldi quiso dedicar a su padre Stefano Casiraghi, fallecido en 1990.
Después de su reciente boda celebrada el pasado 1 de junio en Mónaco, el primer acto público al que Carlota ha acudido ha sido precisamente la cita cultural "Encuentros Filosóficos", acompañada de su profesor y donde se ha confirmado que visitará España en septiembre para asistir a la próxima edición del del 'Hay Festival' de Segovia.
En una entrevista concedida a la revista Vogue, la hija de la princesa Carolina de Mónaco y Stéfano Casiraghi se ha sincerado hablando sobre literatura y sentimientos, siempre ligados a la emociones y al amor. "La literatura y la filosofía me han dado la fuerza y el coraje para ser yo misma, me sentí comprendida en las dificultades de la vida, me sentía segura", confesaba la joven Grimaldi. "Me dije a mí misma que aunque estuviera en la cárcel o sola, siempre que tuviera una pluma y un papel, y pudiera expresarme, podría liberarme".
Como su mejor vía de escape, la lectura de grandes personajes de la filosofía ha sido para Carlota Casiraghi un desahogo y una liberación. "A veces se necesita una vida entera para liberarse y vivir la vida bajo tus propios términos. En ocasiones pensamos que sabemos lo que realmente queremos, y suele pasar que descubrimos años más tarde que secretamente fue para satisfacer una norma o el deseo de alguien más", aseguraba.