No cabe duda de que Holanda y Bélgica han sido las Casas Reales más activas durante el confinamiento, mostrándose en todo momento implicadas y preocupadas por sus ciudadanos, y saliendo de Palacio incluso más de lo que se debería. Pero Suecia tampoco se han quedado atrás.
Si bien a comienzos de la pandemia los reyes Carlos Gustavo y Silvia decidían aislarse en el castillo de Stenhammar, en el municipio de Flen, a una hora y media de la ciudad de Estocolmo, ninguno de los dos royals ha cesado en sus compromisos oficiales. Presencialmente, tanto Victoria como Carlos Felipe han tomado las riendas de la Corona, pero los soberanos han permanecido muy activos y, en el caso de Carlos Gustavo, no ha dudado en pronunciar los discursos necesarios dedicados a su población.
De manera telemática y desde el campo, han sido muchas las ocasiones en las que hemos podido ver al monarca y a su esposa atendiendo su agenda desde su despacho. El pasado 20 de mayo se producía una de sus últimas intervenciones, manteniendo una reunión digital con Myndigheten för samhällsskydd och beredskap (MSB), donde el Director General informó sobre la preparación para la crisis sueca durante la pandemia y qué medidas se tomaron hasta ahora en la autoridad.
Fue entonces cuando el monarca fue informado de los esfuerzos de comunicación que está llevando a cabo MSB para seguir siguiendo las recomendaciones de las autoridades.
Este mismo jueves el padre de los príncipes Victoria, Carlos Felipe y Magdalena volvía a reunirse por videollamada. En esta ocasión lo hacía con el director general de Folkhälsomyndigheten, Johan Carlson. En el encuentro, el soberano ha recibido una actualización sobre el trabajo de la Autoridad de Salud Pública con motivo de la pandemia covid-19 y sobre los últimos acontecimientos sobre la propagación de infección en el país.
Por su parte, la reina Silvia también ha mantenido parte de su agenda individual, además de acompañar a su esposo en algunas apariciones virtuales. Hace unos días podíamos verla en una reunión telefónica con la Sra. Elke Büdenbender, la esposa del Presidente Federal alemán, en la apertura del tercer Barnahus de Alemania. En un Barnahus, los niños que han sido sometidos a agresión sexual son apoyados y protección por médicos, jueces, psicólogos y secretarios sociales en un solo lugar.