Carlos Felipe y Sofía estrenan casoplón y ya es el tercero: una antigua granja de 80.000 euros

El matrimonio formado por Carlos Felipe y Sofía amplía el patrimonio familiar con una tercera residencia cercana al pueblo que habitan los padres de ella

Lucía Camino
Lucía Camino

Periodista especializada en Casas Reales

Carlos Felipe de Suecia y Sofía

Carlos Felipe de Suecia y su esposa, Sofía 

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El único hijo varón de los reyes de Suecia, Carlos Felipe, ha adquirido junto a su esposa Sofía una nueva vivienda que está a solo cuatro horas de Estocolmo. La pareja ha decidido invertir en una cabaña en el bosque alejado de todos para poder disfrutar de la paz y la comodidad que el entorno rural facilita a su familia, aquí sus tres hijos podrán crear nuevos recuerdos y reconectar con la naturaleza.

Es la tercera vivienda que el matrimonio real tiene en su patrimonio, aunque es una residencia privada la Familia Real de Suecia ha querido publicar un documento en el que informaba a la prensa de la nueva adquisición de Carlos Felipe y su esposa Sofía, para que no haya dudas sobre la procedencia. Esta cabaña está pensado como un remanso de paz para los royals y sus tres retoños, siendo el lugar perfecto para desconectar y tener una vida alejada de las funciones como miembros de la Casa Real de Suecia.

Carlos Felipe y Sofía con sus hijos

Carlos Felipe y Sofía con sus tres hijos

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Carlos Felipe de Suecia y su esposa Sofía amplían el patrimonio familiar con una tercera casa

El hijo del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia ha decidido invertir casi 80.000 euros en una tercera residencia familiar, una cabaña en el bosque. Se trata de una antigua granja que fue construida en 1989, tiene 150 metros cuadrados y además tiene varias casetas que pertenecen a la casa principal donde se almacena la leña y demás utensilios que puedan ser necesarios para las laborales relacionadas con el exterior de la vivienda familiar.

Al ser una propiedad con tantos años Carlos Felipe y su mujer han tenido que destinar parte del dinero a restaurarla para ponerla a punto para poder vivir en ella cuando vaya de visita. Se encuentra en Älvdalen, un pueblo que está situado a orillas del río Österdal, y está rodeada de naturaleza. Un aliciente para comprar esta propiedad ha sido que se encuentra ubicada a muy pocos kilómetros de los padre de Sofía, los abuelos maternos de los retoños de la pareja, que viven en la zona residencial de Kåtilla.

De modo que permite tener una relación más fluida con la parte materna de la familia y le da la posibilidad a Sofía de volver al lugar donde creció junto a sus padres. Además otra de las cualidades de esta nueva propiedad es que es sostenible con el medioambiente ya que funciona con energía solar. Este es un aspecto muy importante para los royals suecos, que son muy conscientes de la problemática actual con el planeta.

Casa de Carlos Felipe y Sofía de Suecia en Estocolmo

Casa de Carlos Felipe y Sofía de Suecia en Estocolmo

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Las otras dos propiedades de los royals suecos

Además de la cabaña en el bosque, Carlos Felipe y Sofía Hellqvist tienen su residencia familiar en Estocolmo en la Villa Solbacken, que fue un regalo que les hizo el el príncipe Bertil, tío de Carlos Felipe, a la pareja. A pesar de sus buenas intenciones, la casa resultó no estar en las condiciones óptimas para vivir en ella ya que había amianto en algunas de las partes de la vivienda y tuvieron que hacer una gran reforma para extraerlo todo y que quedara en condiciones para habitarla y que no supusiera un peligro para la salud de ninguno de los integrantes de la familia.

La otra casa de los royals está en la provincia de Värmland y fue un regalo que recibió el hermano de Victoria de Suecia, heredera al trono, por su bautizo. Así que, con la nueva vivienda situada en Älvdalen, Carlos Felipe y Sofía sumarían un total de tres propiedades a su patrimonio.

Aunque no son los únicos miembros de la monarquía sueca que se encuentran ahora mismo de mudanza, su hermana, la princesa Magdalena de Suecia también está haciendo grandes cambios en su vida. Deja su vida en Miami y regresa a Suecia con su marido y sus tres hijos para vivir más cerca de sus padres y sus hermanos, su prioridad ahora mismo es la familia y vender su mansión de Florida que tiene un valor de 7,8 millones de euros, aunque no será hasta el mes de agosto cuando se termine la mudanza de Magdalena y su familia a Suecia.