Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia, se quedó sin trabajo tras la cancelación de la obra 'The Beautiful Dream of Life', de Rafael Amargo, un varapalo profesional que le ha obligado a buscar un nuevo trabajo con el que conseguir ingresos económicos. Aunque su sueño es ser actriz, a la hija de la desaparecida Erika Ortiz no se le caen los anillos y habría sido vista repartiendo propaganda por la calle. Un oficio temporal del que no reniega y que le está ayudando a obtener ingresos para mantenerse.
Tal y como ella misma admitió a la revista 'Pronto', estuvo entregando publicidad de una compañía eléctrica por las calles de Madrid hace unas semanas: "Es verdad que estuve haciendo esa labor, pero tengo muy claro que mi futuro pasa por el mundo artístico", explicaba sin pudor. A sus 21 años, Carla Vigo quiso dejar claro que se trata de un trabajo eventual mientras comienza el rodaje de un cortometraje dirigido por Josele Román: "Sigo estudiando baile e interpretación. Pero mientras salen nuevos proyectos, tengo que hacer otras cosas para ganar dinero", explicaba.
Su situación económica no es boyante, de ahí que tal y como ella misma revelaba a la citada publicación, siga viviendo en casa de los padres de su pareja hasta que puedan independizarse. "Nos conocimos por una aplicación y a las dos semanas vivíamos juntos", confesaba a Lecturas en exclusiva. Esta declaración ha puesto sobre la mesa la verdadera relación que Carla mantiene con su padre. Fue el pasado mes de diciembre, con motivo del estreno de la obra 'Yerma' cuando Antonio hablaba con orgullo del trabajo de su hija sobre las tablas: "Es un monstruo, un fenónemo", exclamaba por aquel entonces.
Tras la muerte de Erika Ortiz, Antonio siempre se ha mantenido en un segundo plano. El escultor y profesor de universidad rehizo su vida junto a Laura Rodríguez, con quien tuvo otro hijo. Aunque Carla decidió abandonar la casa familiar hace algunos meses, mantiene una bonita relación con su progenitor para quien solo tiene palabras de cariño. De hecho, hace algunos meses no dudó en salir en su defensa en redes sociales después de leer mensajes malintencionados en su contra: "Esto ya sí que no lo consiento. A mi padre no lo metáis, porque ahí ya sí que saco las garras".