La reina Sofía (84 años) había imaginado para ella y para su familia un verano fenomenal ¡Un verano como los de antes! Cuando todos nuestros ‘royals’, bronceadísimos y vestidos con looks estivales, posaban ante las cámaras de los fotógrafos. Qué bien sabían aquellos disimules en los que todos fingían que entre ellos reinaba la concordia. Este agosto, con la presencia de Elena y Cristina en Marivent se las prometía como los agostos de hace años; cuando los nietecillos correteaban por el palacio. Pero, malas noticias, esto no será así.
La reina Sofía, ya en Mallorca ¿y sus hijas e hijo?
Doña Sofía llegó hace unos días a Mallorca y, desde entonces, no se ha dejado ver por sus tradiciones paradas en la isla. Dicen que está ultimando los detalles para la llegada de sus vástagos, pero, parece, lo harán de manera escalada, evitando coincidir. Felipe VI ha sido el primero en llegar, su cita con las regatas le obligaban a estar el 28 de julio en el puerto mallorquín. Mientras que sus hermanas aún no han aparecido por la isla, aunque se espera su llegada. El mes es largo.
La reina Sofía con dos de sus nietos en Mallorca
Elena aún está en Madrid, donde apura el mes de julio, y Cristina estaría haciendo lo mismo, pero en su lugar de residencia, Ginebra. Se dijo que las dos hermanas iban a compartir días de descanso con su madre una vez empezaran sus vacaciones oficiales pero parece que guardan otros planes… Cristina, al menos.
Cristina de Borbón se ‘cae’ de las vacaciones familiares
La revista ¡Hola! hoy publica los planes vacacionales de Cristina de Borbón y, en ninguno de ellos, figura pasar unos días con su madre en Mallorca. La infanta, a la espera de firmar su acuerdo de divorcio con su todavía marido Iñaki Urdangarin, pasará un agosto sin parar de viajar, Mozambique, un lugar secreto de Europa, pero, en ningún caso, Baleres.
Finalmente, no veremos el tenso encuentro entre Letizia y Cristina que ha hecho correr ríos de tinta. La relación entre las cuñadas es tensísima a raíz de la condena y posterior paso por prisión del marido de la segunda. Que la infanta se mostrara del lado de su marido y que no condenara públicamente su actuación delictiva, provocó el distanciamiento total con Felipe y la periodista, más consciente de las obligaciones reales que, parecía, los propios miembros de la familia real.
La presencia de los nietos Urdangarin en Mallorca, también en el aire
Los que no tendrán vacaciones este año, y, por lo tanto, rompen los idílicos planes de doña Sofía, son Juan e Irene. Los dos hijos de la infanta Cristina están trabajando, el primero en carreras de fórmula 1, y la segunda haciendo unas prácticas en un hotel suizo, puesto que desea dedicarse al turismo. Estos primeros empleos complican el hecho de poder tomarse ahora un descanso, están empezando en sus puestos y no es habitual tomar vacaciones cuando uno acaba de iniciarse en un proyecto laboral.
Sus recién adquiridos compromisos profesionales no impedirían que los jóvenes hicieran alguna escapada a las Islas Baleares, en fin de semana o en días de descanso, eso sí. Sería entonces cuando doña Sofía podría disfrutar de su familia al completo (o casi) puesto que hace años que esto es imposible.
La dolorosa última vez que se juntó toda la familia real española
Fue a principios de este año cuando obtuvimos la estampa más familiar de los últimos años de estos 'royals' completamente divididos. El encuentro fue doloroso, puesto que la excusa de la reunión era dura: el último adiós a Constantino de Grecia, hermano de la reina Sofía. Hasta Atenas viajó toda la familia, salvo Leonor y Sofía que no se ausentaron de sus clases. Cristina y todos sus cuatro hijos, Elena y los suyos y, también, Felipe y Letizia. Fue la última vez que Sofía pudo tener a sus tres hijos junto a ella.
Otro de los últimos eventos familiares más importantes tuvo lugar hace un par de meses, con motivo de la graduación de Irene. Hasta Ginebra se trasladaron sus hermanos, primos, tía, abuela y abuelo (el emérito también estuvo); aunque no hubo rastro de los Borbón Ortiz, que siguieron fieles a su agenda institucional, sin que este evento familiar privado intercediera con sus obligaciones. Y, si algo han demostrado estos reyes, es que la obligación, siempre siempre va primero.