La boda 'maldita' de Mary Donaldson y Federico de Dinamarca: un pistoletazo de salida bajo la sombra de Letizia

El 14 de mayo de 2004 se casaban Mary Donaldson y Federico de Dinamarca en la Catedral de Copenhague. Recordamos cómo fue uno de los días más importantes para el matrimonio

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

boda mary donaldson
GTRES

Cuando Federico de Dinamarca vio caminar hacia él a Mary Donaldson (51 años), de blanco y del brazo de su padre, al príncipe se le llenaron los ojos de lágrimas. ¡Era real! Después de tanto vivido, estaba ocurriendo. La novia avanzó por el pasillo central de la catedral de Nuestra Señora de Copenhague, con una creación del modisto danés Uffe Frank, y las sonrisas de los invitados la hacían sentir segura y confiada. Avanzaba hacia su futuro marido pero, también, a su futura posición en la corona de Dinamarca. 

Una boda a la que no faltó nadie

Aquel 2004 fue de lo más intenso en cuanto a bodas se refiere, pues no solo Mary y Federico se dieron el ‘sí, quiero’; tras ellos vendrían Felipe y Letizia, quienes también vivirían un revuelo semejante. 

Pero antes de que Felipe y Letizia se jurasen amor para toda la vida, lo hicieron los príncipes de Dinamarca, en un perfecto danés y ante un elevadísimo número de invitados. Cristina de Borbón e Iñaki Urdagarin, Elena y Jaime de Marichalar, la reina Sofía (sin Juan Carlos), Alberto de Mónaco y Carolina (que en esta ocasión sí contó con la compañía de Ernesto de Hannover), Victoria, Magdalena y Carlos Felipe de Suecia, Guillermo y Máxima de Holanda, los reyes belgas… y hasta la icónica Farah Diba, que llevaba su histórica elegancia hasta Copenhague. 

mary donaldson
GTRES

Una ceremonia sin sobresaltos, sin sobrinos dando patadas a otros niños y sin tener que padecer las inclemencias del tiempo. La gran anécdota del día la protagonizó el propio novio que no paró de llorar durante toda la ceremonia. La emoción de casarse con Mary Donaldson, que tanto recelo había despertado en su madre, la reina Margarita, le provocaban continuos gimoteos. También hay quien dice que era un llanto de arrepentimiento. Que tras las lágrimas de Federico se ocultaba la pena por no haber podido vivir este gran día con Katja Storkh, su gran amor. Ella era una modelo de ropa interior con la que estuvo saliendo durante más de dos años, pero que, de ninguna manera, obtuvo el beneplácito de la reina; que no podía ni pensar en que la persona que heredara la corona fuera una mujer que se había dedicado a posar sin ropa. 

Tras la ceremonia, los recién casados recorrieron las calles de Copenhague en carroza para saludar a las miles de personas que habían salido para celebrar este gran día. Tras lo cual, acudieron al Palacio Real desde donde, ya como marido y mujer, se besaron despertando los ‘ohhhhes’ de todos. A continuación, tuvo lugar una recepción para los invitados. 

mary donaldson boda
GTRES

El criticado vestido de novia de Mary Donaldson

No gustó. A pesar de que con los años se ha convertido en una pieza de lo más reconocible de las últimas bodas de la realeza, lo cierto es que el vestido que Uffe Frank diseño para Mary Donaldson no fue del agrado de todos; quienes quisieron ver en él ‘demasiada’ opinión de la reina Margarita, que posee un estilo diametralmente opuesto al de su nuera. 

Por lo tanto, mientras que se esperaba que fuera una creación que gritara Mary Donaldson por cada una de sus costuras, lo cierto es que no lo hizo, aunque ella tratara de hacerlo suyo. Con un escote que recordaba al que puso de moda la infanta Cristina entre las novias, cintura ajustadísima y falda de enorme vuelo; lo más especial de toda la pieza realizada satén forrado de seda era el velo que llevaba la novia, un pequeño guiño a sus orígenes irlandeses, puesto que estaba realizado en tul bordado por unas monjas de Irlanda y que fue usado, por primera vez por la abuela de Federico. 

El ramo de la novia también bebía de las raíces de Mary Donaldson, que llevó una pieza floral ideada por Erik Buch con flores australianas, en honor a la tierra de nacimiento de la futura princesa. 

letizia
GTRES

El momentazo Letizia

Hablar de esta boda es hablar de ella, de Letizia. Porque, con permiso de la novia, Ortiz Rocasolano, que entonces aún no era ni princesa fue la verdadera protagonista con un vestido que forma parte ya del imaginario colectivo: el vestido rojo que Caprile diseñó para ella. Todo un acierto que hizo no solo que fuera una de las mejores vestidas al evento, si no, también, una de las más recordadas. No hubo mejor carta de presentación al resto de monarquías del mundo. 

Letizia lució con una gran confianza y seguridad esta creación en crepé de satén y unas mangas de tul que todos tenemos memorizadas. El peinado solo acrecentaba su elegancia, con unas ondas al agua que marcaban aún más sus rasgos, ejemplificando, en versión royal, la mujer española que proponía Romero de Tormes. 

Esta fue su gran puesta de largo, su presentación oficial. Pues, tras Mary, vendría ella. El 14 de mayo, Felipe y Letizia estaban en capilla y muchos de los que acudirían a esta ceremonia también les verían a ellos contraer nupcias.