La Universidad Camilo José Cela (UCJC), concretamente su campus de Villafranca del Castillo en Villanueva de la Cañada, se ha engalanado para un acto muy especial. La reina Sofía (84 años) ha presidido la entrega del premio rector honorario vitalicio, un premio muy relevante en la comunidad universitaria de este centro. La madre de Felipe VI (55 años), más seria y contrita de lo habitual, ha emitido un bonito discurso para dar el galardón al investigador y científico Emilio Lora-Tamayo, de 72 años. "Nunca me olvidaré de los momentos que hemos pasado juntos", ha afirmado la reina emérita.
Su temple y palabras en este evento ha captado la atención, pero como siempre su outfit ha sido analizado con lupa. En este caso, la esposa del rey emérito Juan Carlos se decantó por un mix muy elegante que es ideal para mujeres de más de 60 años. Se trata de una blusa de escote cascada de color dorado, que quedaba fantásticamente con una blazer de raya diplomática.
En ella, destacaba un broche dorado, algo habitual en la abuela de la princesa Leonor. La parte de abajo combinaba con dicha blazer al seguir el mismo patrón. En cuánto a joyas, quitando el broche, la reina ha optado por unos pendientes muy discretos, así como un reloj sencillo.
La reina Sofía, desconsolada, rompe a llorar
Si algo caracteriza a la reina Sofía es su serenidad y saber estar. Pocas veces la hemos visto alterada o con gesto negativo. Sin embargo, hoy, no podía contener las lágrimas. Ha sido tras entregar el premio a Emilio Lora-Tamayo, que se encuentra muy delicado de salud. De hecho, ha sido su hijo quien ha recogido el premio y ha leído unas sentidas palabras en su nombre.
La reina agachaba la cabeza y se llevaba la mano a la boca, mientras la veíamos llorar, eso sí, de manera contenida y discreta. Tras recomponerse, ha mirado con ternura al profesor y ha continuado el acto.
La reina Sofía en los Premios Princesa de Asturias
La seriedad y tristeza que ha caracterizado hoy no tienen nada que ver con la alegría que marcó su paso por los Premios Princesa de Asturias. Con una sonrisa y saludando a los allí presentes, la reina llegaba al Teatro Campoamor mostrando sus ganas de vivir un año más este evento.
Aunque son sus padres los reyes Felipe y Letizia y su hermana la infanta Sofía los que no se separan de la princesa Leonor en cada uno de los actos enmarcados en los Premios Princesa de Asturias, sus abuelas también juegan un papel fundamental. Cada edición de estos galardones, ambas están presentes para arropar a su nieta. Lo hacen de forma diferente teniendo en cuenta que doña Sofía, además de abuela, es reina emérita.
La madre de Felipe VI se une al paseo que hacen su hijo, su nuera y sus nietas desde el coche hasta el interior del teatro. Una ocasión perfecta para dar muestra de su apoyo a la princesa de Asturias y donde más de una vez ha habido gestos de complicidad. Unos gestos que también tienen lugar en el interior del teatro.
Una vez dentro del Teatro Campoamor, la reina Sofía ocupa un lugar privilegiado desde uno de los palcos. Es desde allí donde presencia todo lo que sucede sobre el escenario en el que se encuentran los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofia. Además, antes de que ocupen sus asientos, siempre hacen un saludo tan formal como cariñoso al palco en el que se encuentra la reina emérita. Un instante que ella siempre agradece con emoción.