Este jueves se celebra la boda royal más importante del año, se casan Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif. Esta tarde contraerá matrimonio en Amán delante de miles de invitados que llegan de todas partes del mundo para celebrar junto a los novios y sus familias este evento. Las horas y días previos a una boda suelen ser muy ajetreados porque se suelen rematar los últimos detalles, en esta ocasión, el hijo de Rania de Jordania y el rey Adbalá II ha vivido una gran fiesta.
Que se case el futuro rey de la nación es un acontecimiento histórico, tanto para el país como para la familia real. Por eso, las calles de la capital se han ido engalanando estos días para que luzca su mejor aspecto y celebrar junto a la realeza hachemita el orgullo de que el primogénito se case.
Una preboda singular y muy bien acompañado por su familia
El príncipe Hussein de Jordania vivió este miércoles pasado un gran día acompañado de su padre y de otros miembros de su familia. Hubo dos grandes celebraciones en la jornada anterior a su boda con Rajwa Al Saif, una organizada por su padre, el rey Adbalá II y otra que organizó un primo del novio.
La despedida organizada por el soberano tuvo carácter oficial y fue muy emotiva, el futuro rey de Jordania recibió de manos de su padre un significativo regalo, una espada hachemita. Abdalá II hizo entrega de este símbolo de justicia que es una copia de la original, que perteneció a Abdalá I y fue fabricada en 1916.
El marido de Rania de Jordania quiso expresar su orgullo y le dedicó unas tiernas palabras a su primogénito. "Hace 28 años, nuestro señor todopoderoso me bendijo con Hussein, y hoy estoy orgulloso de él. Estoy orgulloso de su determinación y gran ambición por su país y su amor y devoción por su familia", afirmó Abdalá II.
Más tarde, tuvo lugar un banquete con más de 4.000 invitados que degustaron uno de los platos típicos jordanos, que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO y procede de la tradicional gastronomía beduina, el mansaf. Se trata de una receta donde el cordero es el ingrediente principal y va sazonado con iberas aromáticas y yogur seco, se acompaña con una guarnición de arroz, piñones y almendras.
El joven príncipe quiso compartir con sus seguidores parte de esta celebración que tuvo lugar en la tarde del miércoles y subió un vídeo conmemorativo con un texto también muy emotivo en el que habla del cariño de las personas que le rodean día a día.
Una despedida de soltero tradicional
Además de la ceremonia que le organizó su padre, el joven príncipe también tuvo tiempo para vivir la tradicional fiesta de despedida de la soltería, ésta corrió a cuenta de uno de los primos de Hussein. Es costumbre en Jordania que en la despedida de soltero se realice el "baño del novio", esta tradición implica que el novio debe tomar una ducha y vestirse en la casa del anfitrión de la fiesta y allí ponerse la ropa de las celebraciones.
Para esta ocasión hubo una reunión de su amigos, familiares y de las Fuerzas Armadas de Jordania, así lo relató Hussein en su perfil de Instagram. El heredero al trono es capitán de las Fuerzas Armadas de Jordania y también Comandante Adjunto de la Compañía de Tanques en el 2º Batallón Real Blindado. Y en el post que subió a sus redes sociales lo acompañó con un texto que decía " Muchas gracias a mis primos y miembros del batallón de las Fuerzas Armadas de Jordania por la memorable fiesta previa a la boda. Estoy muy agradecido con todos vosotros".
Durante esta celebración de preboda la tradición es comer dulces como el kunafah, postre típico elaborado a base de queso fresco, cítrico y frutos secos. Además los jóvenes invitados cantan canciones populares y jalean el nombre del novio antes de salir de la casa del anfitrión. En unas pocas horas, el príncipe Hussein pondrá rumbo al altar para contraer matrimonio con Rawja Al Saif, después de anunciar su compromiso el agosto pasado.