Marit Tjessem, la discreta madre de Mette Marit: de su agitada vida amorosa a su opinión sobre la relación entre la princesa y Haakon de Noruega

Marit Tjessem se casó en primeras nupcias con el periodista Sven O. Hoiby, del que se divorció cuando la princesa tenía apenas once años

Álex Ander
Álex Ander

Periodista especializado en corazón y crónica social

Mette Marit, junto a su madre
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No es habitual ver a la madre de una princesa o reina consorte departiendo con los periodistas. Sin ir más lejos, en nuestro país tenemos el ejemplo de Paloma Rocasolano, quien desde el principio ha ocupado un lugar muy cerca de doña Letizia pero evita llamar la atención y se muestra sumamente discreta bajo las normas de la interfecta —que siempre ha pedido confidencialidad y discreción a los familiares (cada vez menos) que continúan teniendo permiso para visitarla—.También intentó ser discreta, aunque no siempre lo consiguiera, Marit Tjessem, suegra de Haakon de Noruega. Sobre todo cuando su hija Mette-Marit se convirtió en el centro de fuertes críticas en su país natal después de que se supiera que mantenía una relación con el príncipe heredero. 

La pareja se conoció a finales de los noventa, en un festival de rock, y desde el principio se enfrentó a la incomprensión de los monárquicos noruegos y la jerarquía de la Iglesia luterana, religión oficial en Noruega. Ninguno de esos sectores veía con buenos ojos que el futuro rey se hubiera enamorado de una antigua camarera que, además de ser madre soltera, había consumido drogas y contaba con un historial amoroso en el que figuraba algún que otro delincuente. De hecho, en aquella época se llegó a publicar una encuesta que aseguraba que más del 60% de los noruegos estaban en contra de Mette-Marit, y hasta el Partido Laborista se pronunció para pedir que el heredero de los derechos dinásticos renunciara a favor de su hermana Marta Luisa.

Ni tan siquiera Marit Tjessem le veía mucho futuro al romance. "En la familia pensamos que de esto no podía salir nada. No tenía mucha fe en ese futuro. Nunca pensé que esto terminaría así", comentó en una ocasión a la cadena de televisión noruega NRK, donde también habló de lo que sintió cuando el romance saltó a los medios. "Lo recuerdo como una completa locura. Toda la fila de fotógrafos con cámaras enormes enfrente de mi apartamento... Me daba vergüenza y traté de esconderme lo mejor que pude".

Mette Marit, junto a su madre y su hijo Marius
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Su primer divorcio

Haakon acabaría ganando el pulso a todos los escépticos y en agosto de 2001 se casó con Mette Marit, que tuvo dos hijos con él —los príncipes Ingrid Alejandra y Sverre Magnus— y a lo largo de estos años ha vuelto a copar titulares por asuntos poco edificantes —como cuando se vio obligada a pedir perdón públicamente después de que un periódico noruego desvelara que había mantenido relación con el multimillonario Jeffrey Epstein, acusado de delitos federales de tráfico sexual—.

Algo agitada fue también la vida amorosa de Tjessem, una empleada de banca que se casó en primeras nupcias con el periodista Sven O. Hoiby, con el que tuvo cuatro hijos. En agosto de 1973, apenas dos días después de que el mayor de todos ellos (Espen) cumpliera catorce años, vino al mundo Mette-Marit. El matrimonio se divorció cuando ella tenía once años y, a partir de entonces, la princesa vivió con su progenitora, que lidió como pudo con su rebeldía. Y es que, mientras estudiaba en la Universidad de Oslo, Mette Marit se entregó totalmente a las noches de juerga y los fugaces escarceos con tipos de dudosa reputación. "Comprendí que no podía cumplir las expectativas que otros tenían sobre mí", diría al respecto la protagonista.

Aunque más complicada fue todavía su relación con Sven, que años después se casó con una stripper a la que doblaba la edad. Según algunas fuentes, el hombre llegó a avergonzar a Mette Marit después de compartir varias intimidades de su hija y de su nieto Marius —que estos días enfrenta varias acusaciones de abuso y está tratando sus problemas de adicción en una clínica de rehabilitación de Londres—. "De niña, siempre sentía que tenía algo que esconder, porque ninguno de mis amigos sabía que mi padre era un alcohólico", confesó una vez la princesa sobre su padre biológico, fallecido en 2007, víctima de un cáncer de pulmón.


Varias veces viuda

También Tjessem volvió a enamorarse. No en vano, en 1994 se casó con Rolf Berntsen, un señor que poco antes se había sometido a un trasplante de corazón y que proporcionó a la princesa esa figura paterna que ella no había tenido hasta entonces. Berntsen llegó a colaborar con una fundación que ayudaba a adictos mediante formación laboral y hasta estuvo presente en la celebración del 70º cumpleaños de los actuales reyes del país, Harald y Sonia. Pero sus problemas cardiacos le acabaron ocasionando la muerte en 2008. Cuando fue velado en la iglesia de Oddernes, toda la familia del príncipe heredero y los reyes Harald y Sonia participaron en la ceremonia de duelo. 

Apenas unos meses después de eso, Tjessem interpuso una demanda contra sus dos hijastros (Trond Berntsen y Nils Otto Bjørhovde) por una disputa sobre el reparto de la herencia de su segundo esposo. Y es que, según el contrato matrimonial oficial, Tjessem era propietaria del apartamento en Høivold Brygge, en Kristiansand, donde residía cuando quedó viuda, y del 20% de una cabaña ubicada en el municipio de Søgne. "Puedo confirmar que la propiedad de la casa de vacaciones [en Søgne] y su uso es un punto en el que no estamos de acuerdo. Tanto mi hermano como yo, como herederos legítimos, queremos obtener lo que nos corresponde, una liquidación adecuada y ordenada de la herencia", señaló entonces Trond, un policía fuera de servicio que, por desgracia, falleció en el tiroteo en Utoya, en julio de 2011.

Aquel mismo año, la madre de Mette Marit hizo pública su relación con Magnar Alfred Fjeldvær, un señor de la ciudad costera de Krinstiansand, al sur de Noruega, al aparecer junto a él en la celebración del cumpleaños de Haakon. Desde ese momento, Magnar se dejaría ver en otros actos vinculados a la familia real noruega, que de forma unánime lamentó su muerte, en junio de 2020, a la edad de 83 años.

A sus 87 primaveras, Tjessem sigue siendo un pilar fundamental para su hija, sobre todo desde que esta anunció en 2018 que padece fibrosis pulmonar, una enfermedad que ha limitado bastante su papel institucional —hace unas semanas, sin ir más lejos, se vio obligada a cancelar su agenda oficial por una recaída de la que afortunadamente está ya recuperada—.