Meghan Markle y el príncipe Harry están de enhorabuena. Su hijo, Archie Harrison Mountbatten-Windsor, cumple este jueves 6 de mayo dos años de vida. Lo hace en Los Ángeles y separado de la casa real británica, no solo por miles de kilómetros, sino también por una disputa entre sus padres y el palacio de Buckingham que parece insalvable.
Aunque cuando nació todo apuntaba a que lo veríamos crecer gracias a los actos de la casa real británica, lo cierto es que Archie vive su cumpleaños muy alejado de los focos. Desde que abandonó Reino Unido junto a su madre rumbo a Canadá, antes incluso que se hiciera efectivo el Megxit, pocas son las imágenes que se han distribuido del pequeño. Apenas algunas instantáneas en las que los duques de Sussex han intentado por todos los medios que a su hijo no se le vea la cara.
Prueba de ello es la imagen que distribuyeron en Navidad, una acuarela en la que era complicado distinguirlo o el vídeo que formaba parte de su polémica entrevista con Oprah Winfrey. Por ello, parece poco probable que en este día tan especial se animen a compartir un posado.
Meghan y Harry han dejado claro desde el principio que su prioridad es la privacidad del pequeño y no han dudado en utilizar todos los medios legales para intentar frenar a los fotógrafos. La premisa es claro: son ellos los que van a decidir cuándo y cómo se fotografía a su hijo.
Por lo tanto, a sus dos años, lo poco que conoce la opinión pública sobre Archie son los detalles que sus orgullosos papás han deslizado del pequeño. “Es muy activo y con una personalidad increíble. Ya junta dos o tres palabras, canta canciones. Su primera palabra fue cocodrilo”, aseguró Harry a James Corden durante el programa The Late Late Show.
Además, a pesar de las polémicas familiares, Archie mantiene contacto con su bisabuela. Algo que parece que se repetirá este jueves, ya que, según ha publicado Entertainment Daily, los duques llamarán a Isabel II para que pueda felicitar a su hijo. Una conversación que también tuvo lugar tras la muerte del duque de Edimburgo, cuando la exactriz y el pequeño hablaron con la monarca.
Todo a pesar de que Archie fue uno de los principales motivos por los que Meghan y Harry decidieron abandonar la realeza. Es más, durante su famosa entrevista con Oprah, los duques de Sussex acusaron de comentarios racistas a la casa real británica. "Hubo preocupaciones y conversaciones sobre cómo de oscura podría ser su piel. Me lo transmitió Harry de las conversaciones que la familia tuvo con él”, aseguró la exactriz entonces. Unas palabras que han supuesto que, en su segundo cumpleaños, Archie esté más alejado que nunca del resto de su familia.