El 'annus horribilis' de Juan Carlos: despedidas, retiradas y un sinfín de sonadas polémicas

Fue a finales del mes de mayo de 2019 cuando Juan Carlos I realizaba un comunicado dirigido a su hijo en el que expresaba su voluntad de dejar de desarrollar actividades institucionales con el objetivo de completar así su retirada de la vida pública. Como fecha se señaló el 2 de junio, día en el que se cumplían cinco años desde el anuncio de su abdicación de la Corona de España tras el escándalo del caso Nóos.

La decisión daba un giro radical a la trayectoria que el exsoberano estaba llevando a cabo. Aunque su participación en la agenda oficial de Zarzuela no era intensa, el espodo de la reina Sofía sí contaba con algunos actos representativos, como citas culturales y entregas de premios. Su protagonismo se acrecentó a lo largo de 2018 en una serie de iniciativas y actividades públicas coincidiendo con el 40º aniversario de la Constitución y su 80º cumpleaños.

Con una "mala salud de hierro", don Juan Carlos ha pasado los últimos años entrando y saliendo del hospital para someterse a diferentes intervenciones con duras rehabilitaciones que le permitieran tener la máxima movilidad posible. Sin embargo, fue exactamente hace un año cuando ingresaba para que se le practicara un triple bypass coronario. La intervención se realizaba con la finalidad de evitar riesgos que deriven en enfermedades cardiovasculares.

Pero ese no fue el único problema de salud del rey emérito durante 2019. Durante la primavera, y coincidiendo con sus asistencias a la Feria de San Isidro, mostró un pronunciado hematoma debajo del ojo izquierdo. Tal y como se explicaba desde la Casa Real, fue consecuencia de la extirpación preventiva de una lesión cutánea que tenía debido a la sobreexposición al sol y que ya estaba totalmente curada.

Muchas han sido las dolorosas despedidas que el esposo de la reina Sofía ha tenido que vivir a lo largo de sus 82 años. Pero, sin lugar a dudas, fue el pasado mes de enero cuando sufría una de las más duras para él: la de su hermana mayor.

La infanta Pilar murió el 8 de enero de 2020 a los 83 años de edad. Ambos guardaron una estrecha relación desde su infancia, por lo que era habitual verlos juntos disfrutando de una tarde de toros, o en el Rastrillo de Nuevo Futuro, organización de la que doña Pilar fue presidenta y que con tanto gusto su hermano menor colaboraba cada año.

En el funeral, que tuvo lugar en el Monasterio de El Escorial, la Familia Real se reencontraba prácticamente al completo, contando con la presencia de las infantas Elena y Cristina, así como la de otros miembros de la Realeza de Europa, como Beatriz de Holanda o los reyes de Bulgaria.

Fue un comunicado sin precedentes, y se emitía justo un día después de que el Gobierno de España decretara el Estado de Alarma con motivo de la crisis sanitaria provocada por el covid-19:  Don Felipe le retiró a su padre la asignación pública que recibía de 194.232 euros a raíz de unas informaciones publicadas por The Telegraph y otros medios de comunicación sobre el rey Juan Carlos.

La información también expresaba que "en coherencia con las palabras pronunciadas en su discurso de proclamación y con la finalidad de preservar la ejemplaridad de la Corona, S. M. el Rey quiere que sea conocido públicamente que S. M. el Rey don Juan Carlos tiene conocimiento de su decisión de renunciar a la herencia de don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera, cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona". Un durísimo golpe que Felipe VI tuvo que dar públicamente a su padre con el objetivo de calmar la mala reputación que estaba adquiriendo la Corona con motivo de las informaciones sobre los negocios y otras posibles ilegalidades realizadas por su padre.

Recientemente Juan Carlos recibía otro duro golpe provocado por las supuestas irregularidades realizabas por el exsoberano por la adjudicación del AVE a la Meca a empresas españolas en 2011. El caso legaba al Supremo con el objetivo de aclarar el destino de 80 millones de euros que según la empresaria Corinna Larsen se habrían repartido entre ellos.

La Fiscalía del Alto Tribunal ha asumido la investigación que se centra precisamente, en delimitar o descartar la relevancia penal de los hechos que ocurren con posterioridad al mes de junio de 2014, momento en que don Juan Carlos dejó de estar protegido por la inviolabilidad que el artículo 56.3 de la Constitución española reconoce al jefe del Estado. Las finanzas del rey Juan Carlos llevan años bajo sospecha, aunque la retirada de su asignación pública lo hizo volver a primera línea informativa.