Parece que el verano de los Grimaldi no comienza hasta que Andrea Casiraghi y su mujer, Tatiana Santo Domingo, ponen un pie en Saint Tropez. Su proximidad con la Roca, su eterno aire bohemio y despreocupado y sus turquesas aguas han enamorado a la pareja que, año tras año, no falta a su cita con este precioso rincón de la Costa Azul.
Allí, Tatiana y Andrea se juntarán con otros miembros de la Casa Real monegasca como Alexandra de Hannover y su novio, el alemán Ben-Sylvester Strautmann, quienes aterrizaron también hace unos días.
Como cada verano, el hijo mayor de la princesa Carolina y su esposa han embarcado en el Pachá III, un yate de 1931 con una historia muy especial para la familia: fue el último regalo que el fallecido Stefano Casiraghi hizo a su mujer, Carolina de Mónaco, en septiembre de 1990. Desde entonces, tanto Carolina como sus hijos navegan en verano por el Mediterráneo a bordo del barco, una tradición que les permite reunirse según van inaugurando sus vacaciones.
Por el momento, han sido Tatiana y Andrea los primeros en subirse a bordo de la mítica embarcación. El hermano de Carlota Casiraghi ha lucido un bañador muy llamativo de color rosa, mientras que su esposa hacía alarde de su estilo con un bonito caftán de rayas horizontales y un sombrero de ala ancha para protegerse del sol.
La tradición regresa una vez más a la familia Grimaldi, por lo que durante los próximos días no será raro ver cómo varios de sus miembros se van uniendo a Andrea y Tatiana. Carolina, quizá Carlota y Dimitri Rassam... Esteremos atentos.