El idílico amor de la reina Sofía con Harald de Noruega que pudo cambiar la historia de la monarquía europea

Sofía de Grecia, madre de Felipe VI, pudo cambiar la historia de las casas reales europeas con uno de sus amores de juventud, el rey Harald de Noruega

Adrián López
Adrián López

Redactor digital de Lecturas

La reina Sofía
GTRES

En los años cincuenta, los principales medios de comunicación y revistas tenían claro que la princesa Sofía de Grecia (85 años) y el príncipe Harald de Noruega (87 años) se darían el 'sí, quiero' en la catedral de Oslo tras haberse conocido en un campamento durante su adolescencia y coincidir además durante un viaje que hicieron sus respectivos padres.

Sonrisas, mucha química, confesiones... La ahora madre de Felipe VI pudo cambiar la historia de las monarquías europeas con su historia de amor con el noruego. Y es que la prensa de aquella época veía claro que ambos se gustaban y que era más que posible que hubiera un compromiso entre las dos familias reales. "Yo sé que hubo muchos intereses para casarnos. Se provocaron encuentros, se hicieron cábalas…", reconoció la reina un tiempo después. ¿Qué pasó para que finalmente la joven pareja no diese un paso más en su relación? ¿Qué o quién se lo impidió?

Aunque no se sabe realmente por qué finalmente aquella unión no se terminó celebrando, hay varias versiones que lo explican. Para algunos expertos como Françoise Laot, periodista de la revista francesa 'Point de Vue', lo que echó para atrás a los noruegos fue la dote de doña Sofía. El rey Pablo I de Grecia, abuelos de las Infantas Cristina y Elena, solicitó una de 50 millones de francos, pero el parlamento griego solo aprobó la mitad, una cantidad que no convenció al rey Olav, padre del Harald. Pero este no es lo único que se dice. Otros seguidores de las Casas Reales europeas revelan que nunca llegaron a tener una relación tan formal y que tampoco llegaron a comprometerse porque el actual rey de Noruega había rechazado a Sofía porque estaba enamorado ya de la que sería su mujer, Sonia Haraldsen. 

Fue entonces cuando Harald habría echado un órdago a su padre, que no quería que el heredero al trono del país se casara con una costurera. Y es que el padre de Haakon tenía muy claro quién quería que fuera su mujer y por ello le dijo al Rey que o celebraba su boda con Sonia o diría adiós para siempre a la Corona, renunciando a sus derechos sucesorios. 

El resto de la historia ya es historia. Sofía conoció a Juan Carlos de Borbón (que había roto con María Gabriela de Saboya) en la boda de los duques de Kent. Poco a poco se conocieron y en 1961 anunciaron su compromiso. Eso sí, siempre se ha dicho que ninguno de los dos se había enamorado. Mientras el emérito iba diciendo que le obligaba su padre y que era porque la dinastía debía perdurara, Sofía había estado del duque de Kent, primo de la reina de Inglaterra. "Cuando este se hizo novio de otra chica, su ambiciosa madre, la reina Federica, había intentado emparejarla con el príncipe Harald de Noruega", contó Pilar Eyre en Lecturas. 

"Precisamente en la boda del duque de Kent los habían sentado juntos y la prensa esperaba que después de la ceremonia se anunciara su compromiso. Pero Sonia, una plebeya con la que Harald estaba saliendo, se presentó la víspera en el hotel Claridge’s contando a gritos que, si Harald se casaba con Sofía, ella se suicidaría allí mismo. El resultado fue que el noruego le dio plantón a la pobre princesa griega y cuando don Juan vio en la iglesia que el asiento de su lado estaba vacío, dio un empujón a su hijo para que se sentara y ahí empezó todo", revela la periodista en nuestra revista. 

Sofía, Harald, Juan Carlos y Sonia

Sofía y Harald hubieran cambiado la historia de las monarquías europeas. 

GTRES

 

¿Qué hubiera pasado si Sofía y Harald se hubieran casado?

Si la Sofía de Grecia y Harald de Noruega hubieran continuado con su historia de amor todo hoy sería diferente. Como es obvio Felipe VI no sería Rey de España porque ni él ni las Infantas Cristina y Elena habrían nacido. Y tampoco conoceríamos a Leonor y Sofía. Tampoco conoceríamos muchos datos sobre Letizia, que suponemos sería todavía presentadora de los informativos de alguna cadena de televisión. La periodista sí sería un personaje público pero nada que ver con la Casa Real española. 

¿Y el emérito? Juan Carlos se habría casado finalmente con alguno de sus amores de juventud. Olghina de Robilant, condesa, periodista y escritora o quizá habría vuelto con María Gabriela de Saboya, de quien estaba muy enamorado. Se dice incluso que siempre llevaba consigo siempre su fotografía pero que ella se resistió tanto a ese noviazgo que finalmente nunca llegó a oficializarse.