“Es como un segundo padre”. Algunos de los presentes en la visita de Estado de los reyes Felipe y Letizia a Holanda afirmaron en su momento que estas palabras salieron por la boca de la princesa Amalia. La joven, emocionada y agradecida, realizaba una reverencia a los monarcas españoles. Un gesto de admiración y respeto que daba una idea de lo que pasaba dentro de las puertas de palacio. Amalia es casi una hija para Felipe y Letizia. Así lo han dejado claro en numerosas ocasiones y así ha vuelto a comprobarse en los Juegos Olímpicos de París.
La princesa heredera de Países Bajos coincidía con el rey Felipe y ambos vivían una auténtica montaña rusa de emociones deportivas. Gritos, lloros y un abrazo final que dejaba claro que el cariño está por encima de todo. Para Amalia, el rey Felipe siempre ha sido una figura capital. Un ejemplo a seguir y una persona fundamental en su vida. Sobre todo cuando esta estuvo amenazada de muerte. España fue el refugio que eligieron los reyes de Holanda para su hija y ahí tuvieron mucho que ver Felipe y Letizia.
Contemporánea a la princesa Leonor, Amalia está también llamada a reinar. Su existencia, con solo 18 años, ha sido de todo menos pacífica. A su lado, la vida de la princesa de Asturias es casi de cuento de hadas. El miedo a la mafia hacía que tuviese que abandonar su país. También las polémicas con su asignación y el gasto de dinero le pasaban factura. El futuro no parece demasiado agradable pero, de momento, la princesa Amalia se mantiene fuerte.
El refugio de Amalia de Holanda en España
Pese a que era un asunto que estaba sobre la mesa, fue el propio rey Guillermo de Holanda quien confirmó el secreto a voces. ““El año pasado las circunstancias hicieron que nuestra hija Amalia residiera en Madrid. Y desde allí pudo continuar sus estudios en la universidad de Amsterdam. Todo ello fue posible gracias a la afectuosa dedicación de un gran número de sus conciudadanos y de sus Majestades. Fue una conmovedora prueba de amistad en un periodo difícil”.
El rey reconocía en su discurso que los reyes tuvieron un papel principal en la acogida de su hija. Felipe y Letizia son como sus segundos padres y no había un lugar mejor para pasar desapercibida y protegida. El rey ha estado pendiente de Amalia en todo momento. Lo ha estado en privado, según confirmaba Guillermo de Holanda, y también en público. En París no es la primera vez que le vemos acompañar a la princesa heredera como si de su hija Leonor se tratase.
Felipe fue el encargado de llevar del brazo a la princesa Amalia en una circunstancia tan oficial como el 18 cumpleaños de la princesa Ingrid. Una declaración de intenciones que confirmaba lo que Amalia comentó poco después. El rey de España es como un padre para ella. La especial relación que Felipe siempre ha tenido con Guillermo se ha trasladado a sus respectivas familias.
Algo más alejada de Letizia y de la princesa Leonor
Aunque hemos visto a Amalia de Holanda en numerosas ocasiones junto al rey Felipe, ha sido menos habitual verla acompañando a la reina Letizia o a la princesa Leonor. Ambas herederas al trono tienen la misma edad y han pasado por circunstancias y caminos parecidos. Si bien, las complicaciones que ha sufrido la princesa de Holanda han hecho que si vida sea algo más difícil. Amalia estuvo amenazada de muerte y tuvo que abandonar su vida pública.
La relación de la Familia Real española con la holandesa es una de las más cercanas. Letizia y Máxima no solo conquistan a la prensa con sus estilos, cada una en su modo. Ambas reinas se apoyan y derrochan complicidad en los actos en los que coinciden. Es una de las reinas con las que Letizia guarda mejor relación. Y eso que la llegada de la periodista al mundo ‘royal’ europeo no fue precisamente sencillo.
Basta comprobar como la estancia en París del rey Felipe ha supuesto un cónclave royal en el que ha departido con varias Casas Reales. Por su parte, Letizia optaba por mantener un perfil más individual y centrado en los deportistas nacionales. Aunque sí pudo coincidir con sus homólogos europeos en la inauguración, durante esta pasada semana permaneció mucho más en solitario que el rey Felipe.
La complicada vida de Amalia de Holanda
"Echo de menos la vida normal, la vida de estudiante. Caminar por las calles, poder ir a una tienda”. La princesa heredera de Holanda confesaba el miedo que vivía por la amenaza que pesaba sobre ella. Amalia debía refugiarse tras convertirse en blanco de la mafia. Algo que mantenía en vilo a la Familia Real holandesa y a todo el país. Amalia afirmaba haberlo pasado muy mal y echar de menos su antigua vida.
No era la primera que la princesa heredera sufría un revés a lo largo de su corta vida. La muerte del hermano de su padre en un accidente cuando solo tenía nueve años la dejó muy marcada. También el suicido de su tía, Inés Zorreguieta, hermana de Máxima de Holanda, en 2018. Un durísimo golpe del que la reina todavía no se ha podido recuperar. La tragedia se cebaba con la Familia Real de Países Bajos.