Seré sincera. Todavía lo estoy pasando muy mal. Echo de menos la vida de estudiante que tenía antes, pasear por las calles, entrar en una tienda sin problemas. Solo espero que las cosas cambien lo antes posible”. Amalia de Orange, heredera al trono de los Países Bajos, contó en febrero del año pasado cómo se sentía por culpa de las amenazas recibidas del crimen organizado, la denominada y temida Mocro Maffia. Una peligrosa situación admitida por el Gobierno de Holanda que obligó a los responsables de seguridad a restringir muchísimo sus movimientos y reforzar las medidas de seguridad. La heredera habló públicamente por primera vez de su situación durante una visita oficial a los territorios holandeses en el Caribe, donde acompañó a sus padres, los reyes Guillermo y Máxima.
Una situación que llevó a los responsables de la seguridad de la joven heredera a tomar una difícil decisión, consensuada con sus padres y con ella. Durante varios meses, la joven se trasladó de incógnito a Madrid, donde vivió y estudió, fuertemente protegida y cuidada muy de cerca por los Reyes de España, que sabían y seguían muy de cerca su estancia, ante la excelente relación de las dos familias reales.
Una estancia que se logró fuera secreta por razones de seguridad y que estos días, coincidiendo con el viaje oficial a Holanda de los Reyes de España, Guillermo confirmó. No solo eso, el monarca aprovechó para agradecer a Felipe y Letizia haberse ocupado personalmente del cuidado de su hija mayor.
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