Con Charlene de Mónaco en Sudáfrica desde hace meses debido a que ha contraído una infección ORL, Alberto de Mónaco está haciendo todo lo posible para que sus hijos, los mellizos Gabriella y Jacques, no noten su ausencia. Desde que la princesa se tuviera que quedar en su país, las apariciones del príncipe junto a los más pequeños han aumentado considerablemente. Es más, los tres han sido fotografiados en un día de lo más marinero posible mientras continúan los rumores de crisis en el matrimonio.
Alberto de Mónaco ha sido fotografiado por uno de los 2.000 socios que forman parte de un exclusivo club náutico deportivo ubicado en el principado, Yacht Club, junto a los más pequeños. Unas instantáneas que dejan claro que el príncipe es todo un padrazo y se está volcando al máximo en los mellizos Gabriella y Jacques, para que no noten la ausencia de su madre.
En las instantáneas, los pequeños aparecen con ropa de verano informal acompañados por su padre, quien luce una americana azul marino, una camisa blanca, corbata y un pantalón chino en color beige. Alberto de Mónaco no duda en abrazar a sus hijos e incluso ponerse de rodillas en el suelo para así poder hablarles a su misma altura.
Todo en un momento muy complicado para la familia, ya que la princesa Charlene de Mónaco se encuentra en Sudáfrica desde hace meses por una infección que afecta a oídos, nariz y garganta. Una separación que ha hecho que diferentes medios alemanes apunten a una crisis definitiva en su matrimonio sobre la que la propia princesa ya se ha manifestado. La presión de mi oído no se estabiliza, lo que significa que no puedo volar por encima de los 20.000 pies", ha recalcado para explicar el porqué de no poder regresar al Principado.