Este sábado la infanta Cristina cumple 55 años, una fecha que prácticamente coincide con otro aniversario que la hija de los eméritos Juan Carlos y Sofía no olvidará: el día en que su hermano el rey Felipe tomaba una de las decisiones más difíciles de su reinado: despojarla del ducado de Palma que le concedió su padre al contraer matrimonio con Iñaki Urdangarin, del que se cumplían ayer mismo cinco años.
Ante la decisión, Cristina de Borbón se mantuvo en una actitud desafiante, negándose a hacer gesto alguno de renunciar a sus derechos al trono, detalle que provocó una situación insostenible para el monarca, que terminó por darle un escarmiento con el objetivo de recuperar la buena imagen de la Corona.
Tras toda una vida juntos, compartiendo aficiones como la vela, confidencias, secretos y un sinfín de buenos momentos, la dolorosa y definitiva ruptura vino a manos de la infanta, quien "traicionaba" a su hermano tras ser despojada de sus títulos al declarar públicamente que fue ella quien renunció voluntariamente en una carta a Don Felipe, unas declaraciones que desde Zarzuela el monarca se apresuró a desmentir.
Desde entonces, su relación permanece fría y distante, una situación que la reina Letizia no ha hecho más que empeorar teniendo en cuenta la malas migas que entre ellas han hecho. Fue en el funeral por la Infanta Pilar el pasado mes de enero cuando Letizia tenía un gesto con el que lo dejaba claro: saludó con dos cariñosos besos a la princesa Beatriz, pero pasó de largo ante su cuñada, sentada junto a la exsoberana de los Países Bajos.
A pesar de ello, tras cinco años sin su título, la Familia Real hace esfuerzos por rehabilitar esta relación con la infanta Cristina. Tras ser absuelta del caso Noos y una vez que Urdangarin, condenado a 5 años y diez meses de prisión, ingresó en la cárcel de Brieva el 18 de junio de 2018, el rey Felipe ha tenido discretos gestos de acercamiento hacia su hermana. Uno de ellos se realizaba en el 80º cumpleaños de la reina Sofía, protagonizando un posado familiar con la Infanta Cristina y sus cuatro hijos.
En los numerosos viajes de Suiza a España, que ha realizado para ver a su marido durante sus permisos, Cristina ha aprovechado para tener algunos encuentros con su familia, llegando a pasar sus primeras navidades sin Iñaki en Zarzuela, residencia donde se ha alojado en otras ocasiones. Ahora estas vistas, con motivo del confinamiento, se han tenido que cancelar, provocando que la infanta e Iñaki lleven meses sin verse.
Junto a sus hijos menores, Miguel (18) e Irene (15), la cuñada de Letizia reside en Ginebra, donde acaba de estrenar nuevo hogar. Lo hace a las afueras del centro histórico, donde ha encontrado un lugar más tranquilo y alejado de la prensa. Mientras negocia su salida de La Caixa, la royal combina el teletrabajo con su papel como corrdinadora en Aga Khan Trust Foundation, con sede en Lisboa, por lo que la capital portuguesa podría ser su próximo destino.