Su papel de Aída en ‘7 vidas’ le dio una gran popularidad en la pequeña pantalla. El personaje gustó tanto al público que le dieron su propia serie en forma de un spin-off que aumentó aún más la fama de Carmen Machi. La actriz saboreó un éxito que acabó sabiéndole amargo, según sus últimas declaraciones. En una entrevista concedida a Papel de El Mundo, ha revelado que la popularidad llegó a convertirse en un problema para ella.
Cuando Carmen Machi se hizo famosa en televisión ya había cumplido su sueño de ser actriz trabajando en el teatro. “Al principio no noté ese cambio que se supone que hay, lo único que me llamaba la atención es que venía un coche a recogerme a casa. El problema fue que la popularidad acabó siendo tan excesiva que, ni con todo ese bagaje, logré llevarlo bien”, ha confesado en Papel de El Mundo.
Carmen Machi ha revelado en el citado medio que se sintió muy superada por la popularidad: “Gestioné muy mal la fama, pero es que es muy difícil convivir con que todo el mundo conozca tu cara. En el bar, en la tienda, por la calle, fuera de España... Todos te reconocen por tu cara, por tu voz o por tu culo”.
En su entrevista con Papel de El Mundo, la actriz habla de los problemas que sufrió al no llevar bien la fama: “Sufrí ansiedad y fobia al ser humano diagnosticadas. Me quedaba encerrada en el portal, no podía entrar en un restaurante, tenía reacciones toscas cuando alguien se me acercaba, escondía con altivez la timidez y el miedo... Era abrumador”.
Carmen Machi decidió dejar ‘Aída’, la exitosa serie con la que triunfaba, para recuperarse. “Una vez que me di cuenta de que el problema estaba en mí, tomé las medidas necesarias para afrontarlo y levantar la cabeza. Ese fue el momento en el que decidí dejar ‘Aída’ para recuperar mi vida”, cuenta en su entrevista a Iñako Díaz-Guerra en Papel de El Mundo.
A pesar de que el personaje de Aída fue el que le desbordó, Carmen Machi asegura que no lo odia. Lo que me pasó a mí era un daño colateral de hacer un personaje tan brillante, pero tener algo contra él sería ser injusta, desagradecida y subnormal”, explica en Papel de El Mundo la actriz. “Aída es el mejor personaje que he hecho en mi vida, es una genialidad, un puto regalo”, asegura al citado medio.