Carlota Corredera viaja a Laponia con su marido y su hija para conocer a Papá Noel

Alba, la hija de Carlota Corredera, tiene ya seis años, una edad ideal para hacer este viaje

Montse Jolis
Montse Jolis

Periodista especializada en corazón y sociedad

Carlota Corredera
Instagram @carlotacorredera

Junto con la noche de Reyes, la noche del 24 de diciembre es la más mágica del año, sobre todo si en casa hay niños pequeños. ¿Y quién no ha soñado con conocer personalmente a Papá Noel o a los Reyes Magos? Carlota Corredera ha querido que su hija, Alba, fruto de su matrimonio con el cámara Carlos de la Maza, disfrute de un viaje que, sin duda, recordará toda la vida. Y sus papás también.

Carlota Corredera

Carlota Corredera y su familia han viajado a Laponia para conocer a Papa Noel.

Instagram @carlotacorredera

De modo que la familia De la Maza-Corredera ha puesto rumbo a Laponia este puente. Según informa la revista Semana, Carlota Corredera, su marido y la hija de ambos fueron vistos el viernes en el aeropuerto de Madrid tomando un avión rumbo a Helsinki, capital de Finlandia. Más al norte, junto al Círculo Polar Ártico, vive Papá Noel, que estas semanas está a tope de trabajo por la proximidad de las fiestas navideñas. Muchos son los encargos que tiene que cumplir y, con la ayuda de sus inestimables elfos y del reno Rudolph, no quiere que ningún niño se quede sin, al menos, un juguete estas navidades.

Alba tiene ya seis años, una edad perfecta para disfrutar de este maravilloso viaje. Allí Alba podrá depositar su carta en el buzón que hay al efecto, además de divertirse con las numerosas atracciones y actividades que hay en torno a la residencia de Papa Noel.

Carlota, que se desvive por su pequeña, no ha querido que la niña se perdiera ese sueño hecho realidad de poner saludar personalmente a ese personaje orondo de cabello y barbas blancas que todos los años, en la noche del 24 de diciembre, trae los regalos a los niños. Papá Noel, Santa Claus, San Nicolás... da igual el nombre que reciba según el país. Millones de niños y niñas en todo el mundo sueñan con él esa noche, antes de levantarse el día 25 invadidos por la emoción justo antes de descubrir los regalos en la chimenea o al pie del árbol de Navidad.