Carlota Corredera, después de perder casi 60 kilos, se ha convertido en una experta en temas de adelgazamiento. Aunque no sea nutricionista, ella habla desde el punto de vista de una persona que ha perdido mucho peso, como si fuera la voz de la experiencia en este ámbito. Y, de cierta manera, lo es.
Nadie mejor que ella para comprender lo duro que resulta adelgazar y la complicada relación que a veces guardamos con la báscula, un aparato que, según ella, no ha marcado su pérdida de peso.
La gallega, en ‘Cámbiame’, le ha revelado a Mercedes, la transformada de hoy, que tenía una fobia tremenda a subirse a la báscula, que ella no ha luchado por conseguir un número, que lo que menos le importaba era el peso. Ella ha tratado de perder grasa, no peso, pues cuando perdemos peso a veces también eliminamos músculo y eso hay que evitarlo por todos los medios. Corredera, que ya ha recibido el alta de su médico, ha explicado que es importante medirse, y que ese ha sido el método que ella ha seguido para poder cuantificar y observar la evolución que ha dado desde que fue madre en 2015.
Así que, armada con la cinta métrica que durante estos meses ha sido su compañera infatigable en la búsqueda de la salud, pues recordemos que ella decidió cambiar de alimentación y de estilo de vida por su salud y no por estética ya que se encantaba entonces igual que lo hace ahora, ha medido a Mercedes. Carlota ha dicho que en el caso de las mujeres para tener un perímetro que nos haga estar saludables el número que debe marcar la cinta debe ser menor de 88 centímetros, en el de los hombres 102. En el caso de Mercedes, que tanto miedo tenía a subirse al peso, ha descubierto que estaba en 81 centímetros, así que puede estar tranquila. ¡Está más que saludable!
Una vez más, Carlota ha demostrado que no importa ni la talla ni el número de los kilos, solo es vital una cosa: la salud.