Carlota Corredera está cansada de acabar hablando siempre de lo mismo: su peso. Siente que haga lo que haga, diga lo que diga, al final la báscula volverá a ella como si fuera un boomerang. La polvareda que ha levantado unas inocentes declaraciones acerca de sus retoques estéticos no ha hecho más que recordarle que, aunque parezca mentira, su peso es TT. Ahora ha querido aclarar esta situación.
“Esta foto fue tomada en el plató de Sálvame Diario a finales de 2010, unos meses después de haberme subido el pecho gracias a una mastopexia y de haberme hecho una lipoescultura”, Carlota recuerda a los olvidadizos que jamás ocultó estas intervenciones, “lo he comentado en varias ocasiones en la tele y está contado al detalle en mi libro”.
Los retoques estéticos entre famosos están de plena actualidad tras los comentarios de las Campos en su reality en el que contaban que deseaban pasar por el bisturí médico. Sobre este tema, Carlota opinó en un evento y recordó que ella ya se había hecho operaciones estéticas. “Días después me encuentro titulares tremendos y comentarios en las redes dudando y cuestionando mi relato de pérdida de peso y recuperación de mi salud.”
“Qué agotamiento... luego dicen que soy cansina... Cuando di a luz pesaba 65 kilos más que ahora. Cuando nació mi hija poco rastro quedaba, por desgracia, de mi mastopexia y de la lipoescultura. Todo lo que he conseguido me lo he currado mucho, cuidando mi alimentación, haciendo ejercicio y sacrificándome durante muchos meses, aún lo hago hoy para mantenerme”. La periodista desea que quede prístinamente claro que en su bajada de peso, que ha sido recogida en un libro, no hay engaño alguno, solo mucho sacrificio y esfuerzo, como de verdad se consiguen las cosas. No quiere oír ni una insinuación que diga lo contrario.
Y es que, una lipoescultura no es como una operación de nariz. El peso es mutable, y su embarazo, como ella ya ha contado, la hizo ganar muchos kilos que resultaban un impedimento para llevar la vida que deseaba tener. Y repite, “ni me he quitado la piel sobrante en quirófano ni me he reducido el estómago. Sigo cuidando mi alimentación, sigo entrenando, sigo recurriendo a todos los medios que tengo a mi alcance para mejorar mi piel y mi cuerpo pero nunca he mentido ni engañado a nadie con mi proceso”. En su ‘gran cambio’ no hay ni trampa ni cartón y sí mucho trabajo.