Carlos Seguí rompe su silencio sobre su tormentoso divorcio de Patricia Conde

Aunque ahora la relación entre el empresario y la presentadora es "cordial", el proceso de separación y de acuerdo de la custodia de su hijo le desgastó

Su hijo Lucas ha conseguido lo que en un principio era casi imposible imaginar en febrero de 2014, cuando salía a la luz que Patricia Conde y Carlos Seguí se separaban después de un año y medio de matrimonio. Su historia de amor se consumió como la mecha de un cartucho de dinamita. Un breve noviazgo, "muy rápido e intenso", de "botella de champán" y "de película", como lo define el empresario, seguido de una vida conyugal igual de fugaz. Y una relación cocinada a fuego rápido ni podía más que acabar con la misma intensidad.

A los pocos meses de nacer su hijo, la presentadora y el empresario ponían fin a su historia de amor. Empezaba el calvario para ambos y ha sido ahora cuando Carlos Seguí, desde la distancia, ha explicado cómo vivió la experiencia en la revista Vanity Fair. Aunque reconoce que para ambos resultó una experiencia muy dura, su descripción gráfica no deja lugar a dudas de lo mucho que llegó a desgastarle todo el proceso y de la inquietud con la que vivió por no saber si iba a poder volver a ver a su hijo después de poner en marcha el divorcio. "Fue una auténtica pesadilla", ha dicho tajante.

Patricia le acusaba de malos tratos psicológicos y empezaba todo el camino para demostrar su inocencia y esquivar los dos años y medio de prisión que pedían para él. Carlos Seguí entiende que era "una estrategia procesal", fruto del consejo del abogado de la presentadora pero, a su parecer es "inmoral" y, si las tornas hubieran sido diferentes, asegura que él "no lo hubiera hecho". Además, ha revelado que, en el momento más intenso de la lucha judicial por la custodia de su hijo estuvo 35 días sin poder verle. "Tenía siete meses y tuve miedo de que no supiera quién era su padre”, ha confesado. "Lo pasé muy mal", resume.

El empresario prefiere quedarse con la parte positiva de todo aquel calvario. Primero, ya ha finalizado y se siente fortalecido después de superarlo. Por el otro, ha conseguido mantener una relación "cordial" con Patricia, "por el bien de nuestro hijo". "Espero que dure mucho tiempo. Necesito llevarme bien con ella", concluye.