La Semana Santa de Sevilla es uno de los eventos más esperados por muchos rostros conocidos. A lo largo de estos días, son varios los famosos que se han dejado ver allí para ver las procesiones y disfrutar de estos días tan señalados. Entre ellos, Carlos Herrera (65 años) y su mujer Pepa Gea (49 años). La pareja no ha faltado a esta cita y se han dejado ver juntos paseando por las calles de la ciudad en su primera Semana Santa como marido y mujer.
La complicidad de Carlos Herrera y Pepa Gea en Semana Santa
Carlos Herrera y Pepa Gea son muy discretos con su vida privada. Los periodistas se centran en sus trabajos e intentan llevar su vida personal con la máxima discreción. Pero tampoco se esconden. El matrimonio hace su día a día con total normalidad y en Semana Santa no han dudado en dejarse ver juntos en una ciudad muy especial para ellos. Carlos Herrera tiene una casa en la capital andaluza en la que pasa gran parte de su tiempo. Y tanto desde su casa como en las calles de la ciudad, han disfrutado de días de descanso, de procesiones y amigos.
Para la ocasión, tanto Carlos Herrera como Pepa Gea han vestido elegantes y acordes a las buenas temperaturas que ha habido en Sevilla. Él con traje de chaqueta y ella con looks cómodos y elegantes como el mono negro que ha combinado con espartos, han lucido muy acordes a esta ocasión.
La buena relación de Pepa Gea con los hijos de Carlos Herrera
Además, esta Semana Santa también ha servido para comprobar la buena relación que hay entre Pepa Gea y la familia de su marido. Porque en estos días, Alberto Herrera, hijo de Carlos y de Mariló Montero, también se ha dejado ver con su padre y su actual mujer. La clara muestra de que los hijos del periodista mantienen una excelente relación con Pepa, con la que Carlos lleva ya varios años.
La primera Semana Santa de Carlos Herrera y Pepa Gea tras su boda
Esta ha sido la primera Semana Santa que Carlos Herrera y Pepa Gea han pasado después de su boda. Fue el pasado mes de diciembre cuando sorprendió a todos la noticia de su enlace. Una boda que celebraron en Nueva York, en secreto, y con la única compañía de sus hijos. Un paso importante en esta discreta relación de la que ahora han hecho gala en una de sus semanas más especiales.