Carla Vigo (22 años) no está pasando por un buen momento. La sobrina de la reina Letizia se ha sincerado como nunca este simbólico 8 de marzo a través de un directo de Instagram, una confesión muy difícil que ha querido hacer pública después de haberse puesto en manos de profesionales. Con la naturalidad que le caracteriza, la joven ha revelado que ha sido diagnosticada con bulimia, trastorno alimenticio que la ha llevado a ser ingresada varias semanas en el hospital.
"Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años cuando comencé a verme mal en el espejo", ha contado Carla sobre cómo empezó todo. "Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello. Es algo que te va a acompañar toda la vida, pero tienes épocas mejores".
El deseo de Carla es poner freno a esta dura enfermedad y, para ello, se ha puesto en manos de profesionales: "Me sirve mucho la terapia de grupo. Fui al médico de cabecera y me mandaron a la psiquiatra". Aunque está haciendo lo imposible por dejar todo atrás, la sobrina de la reina Letizia es consciente de que tiene un largo camino por delante: "Recuperarse del todo es muy complicado (...) No he salido porque he tenido recaídas... Sucede como con los alcohólicos, que nunca se recuperan del todo. Tengo que tener cuidado con ciertos comportamientos".
Carla Vigo no ha querido olvidar que en su mejoría su familia y sus amigos íntimos han jugado un papel imprescindible, así como su pasión por el baile "porque me ayuda a no pensar en nada y a cuidarme de todo".
Hasta ahora Carla había mantenido en secreto el TCA (Trastorno relacionado con la autopercepción y la distorsión de la imagen corporal) que padece, y su objetivo a la hora de hacerlo público no es otro que darle visibilidad y explicar el por qué de sus continuas desapariciones en redes sociales
La misteriosa relación entre la reina Letizia y su sobrina Carla Vigo
Carla Vigo siempre ha sido muy hermética a la hora de hablar de la relación (cercana o no) que mantiene con su familia materna, en especial con la reina Letizia. La hija de la desaparecida Erika Ortiz es esquiva cada vez que le preguntan por su tía, pero a menudo trascienden situaciones especiales en las que la joven ha visitado el Palacio de la Zarzuela para pasar tiempo con sus primas, de quienes tampoco habla públicamente. Si tiene normas claras por parte de la Casa Real es un misterio, pero sea como fuere ella vive su vida al margen de la popularidad de los miembros de su familia.