El nombre de Carla Barber ha ocupado el primer plano de la actualidad rosa después de que se hiciera oficial su romance con Diego Matamoros. La pareja sorpresa del confinamiento resolvía cualquier tipo de dudas al publicar una romántica imagen besándose: "El mejor regalo", escribía ella.
La canaria es una vieja conocida del mundo de la televisión. Solo hay que echar la vista atrás para recordar como su pasado como Miss España 2015 la llevó a participar en 'Supervivientes 2016', una experiencia inolvidable de la que todavía guarda una bonita amistad con Mila Ximénez. En aquel momento se presentaba como "una joven, médico, que ha aprovechado todas las oportunidades que le ha dado la vida".
A sus 30 años recién cumplidos, la vida de la médico estética tampoco ha estado exenta de polémica. Hace apenas un año protagonizaba un lío después de ver cómo su profesionalidad era cuestionada desde el SEME, la Sociedad Española de Medicina Estética. Carla está totalmente volcada en su gran pasión: la medicina estética, por ello no dudó en enfrentarse abiertamente a los que censuraban esa manera "poco convencional" de trabajar.
Barber se llevaba un enorme disgusto al recibir un burofax por parte de la asociación quien le transmitía su malestar ante una práctica que lleva a cabo a través de sus redes sociales. Es habitual ver como la doctora sortea algunos de los tratamientos que ofrece en sus diferentes clínicas. Tal como le han comunicado, estaría "vulnerando el código deontológico, ya que dicen que no se pueden hacer sorteos".
La exconcursante de 'Supervivientes' se sinceraba con sus seguidores, admitiendo el daño que le supuso ser cuestionada por sus propios compañeros, todavía más cuando nunca había sido su intención cometer ninguna infracción: "Yo lo siento en el alma, lo hacía para que personas que no se lo pueden permitir puedan acceder a estos tratamientos", confesaba visiblemente afectada.
La ex modelo tomaba una determinación radical y sin vuelta atrás: "¿Qué pasa, os molesta que la gente sepa lo que se les pone y no la basura que antes se ponía? ¿Qué os fastidia? ¿Que tenga 28 años y me vaya tan bien? ¿Sabéis lo que os digo? Que me piro, me voy. Nunca formaré parte de una asociación como la vuestra", sentenciaba.
Actualmente, Carla no puede ser más feliz y es que lo que comenzó como un sueño se ha convertido en toda una realidad. La doctora cuenta con tres clínicas repartidas en Madrid, las Palmas de Gran Canaria y Valencia, y su expansión a corto plazo es un hecho. Parece que Diego ha llegado en uno de los momentos más dulces para la médico estética, ¿se pondrá en manos de su chica?