La nueva imagen de Kiko Matamoros no ha estado exenta de polémica. El colaborador sorprendió a todos en 'Sábado Deluxe' después de haberse puesto en manos de su nuera y en cuestión de minutos se convertía en Trending Topic. Dado el revuelo en redes sociales, Kiko no dudó en explicar la razón de su hinchazón y moratones: "Esta tarde me he pinchado y no he podido ni maquillarme, no me ha dado tiempo", explicaba con mucha naturalidad.
Enseguida las críticas fueron dirigidas hacia Carla Barber por una aparente 'mala praxis' y es que muchos médicos estéticos aseguraban que quizás hubiera sido más recomendable llevar a cabo toda la transformación en varias sesiones. La canaria optó por el silencio y simplemente se limitó a compartir en redes sociales el antes y después de su suegro tras pasar por sus manos: "El que es guapo es guapo, pero si pasa por Clínicas Carla Barber mejor. Aclaración: tras un tratamiento como este, la inflamación es normal durante 5-7 días".
Este lunes, Matamoros reaparecía en el hospital antes de someterse a una operación de vesícula, una cirugía que afortunadamente salió a las mil maravillas y donde ha estado acompañado por su pareja, Marta López Álamo. A lo largo del día era su hijo Diego, que acompañado por Carla, se acercaba a la clínica para visitar al colaborador.
Con gesto serio, la doctora no quiso hacer declaraciones al respecto. De hecho, el reportero de 'Sálvame', Omar Suárez, transmitía el enfado de la exmodelo: "Me ha dicho 'venga, hasta luego' muy enfadada".
Parece que a la joven le ha superado el aluvión de críticas a su trabajo como médico estética pero prefiere dejarlo pasar y no entrar en ningún tipo de polémica mediática. Al margen de esto, a todos ha sorprendido la actitud de Carla y es que todos los que la conocen resaltan su amabilidad y gran sentido del humor.