Maluma es capaz de lo mejor y de lo peor. Es capaz de cabrear a la mitad de la humanidad (léase, mujeres) por sus letras machistas, de mostrarse una estrella de la canción caprichosa, pero también de empatizar y solidarizarse con quienes más lo necesitan.
En el Festival Viña del Mar (el mismo en el que se subirá al escenario Isabel Pantoja), el cantante colombiano ha demostrado que el ser humano se mueve en una escala de grises: ni es tan malote como intenta ir ni tampoco es un angelito. Maluma aterrizaba en Chile con un montón de exigencias para que tanto él como su familia tuvieran una estancia a cuerpo de rey. El intérprete de 'Chantaje', que viaja con un séquito de 9 personas (todos miembros de su familia), pedía una mansión con piscina, sala recreativa, un cobertizo y una enorme cocina con un chef disponible las 24 horas del día. Si esto no fuera suficiente, también se ha pedido una lujosa habitación de hotel a su disposición, por si tuviera ganas de pasar tiempo a solas y descansar antes de su espectáculo.
Los organizadores, con mucha psicología, han hecho todo lo posible por satisfacer los deseos de Maluma, pero también se han reunido con él y le han demostrado lo privilegiado que es respecto a las miles de víctimas de los devastadores incendios forestales que se han cebado con Chile. La estrella de Medellín ha contado que el director del festival Viña del Mar, Álex Fernández, se reunió con él y le mostró todas las dramáticas historias de quienes lo han perdido todo con esta tragedia. Impactado con lo que ha visto, Maluma ha decidido donar el 100% de lo que gane con su paso por el festival a todos los damnificados chilenos. "Decido aportar un grano de arena a toda esta situación... Una parte de mi corazón es de ustedes Chile, es por eso que el 100% de mis ganancias en éste Festival de Viña Del Mar cogerá otro rumbo, su destino quedará en manos de la fundación 'Desafío Levantemos Chile' que se encargará de darle ayuda a quienes viven esta calamidad... es lo mínimo que puedo hacer por mis hermanos chilenos y con un gran gusto lo hago. ¡Quiero ver a Santa Olga de nuevo y más firme que nunca!", contaba en sus redes sociales.
Este gesto no disculpa la poca sensibilidad que muestra hacia las mujeres en sus canciones pero, poco a poco, Maluma parece que va siendo más consciente de la influencia que tiene y de que la fama también sirve para hacer buenos actos e is sus seguidores.