El capricho imposible de Pilar Rubio y Sergio Ramos durante sus vacaciones

Pilar Rubio y Sergio Ramos han tirado la casa por la ventana en sus vacaciones y acaban de dejar en shock a todos sus seguidores de Instagram con el manjar culinario de 500 euros que se han metido entre pecho y espalda

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Estefanía Fernández

Redactora digital de RBA

Aunque el verano no ha llegado de manera oficial, los famosos ya han comenzado sus vacaciones. Los destinos de playa son los más demandados por las altas temperaturas y, a juzgar por las imágenes que están compartiendo a través de redes sociales, Pilar Rubio y Sergio Ramos se encuentran disfrutando del mar de la manera más cómoda posible: a bordo de un barco. Aunque el destino escogido es todavía un misterio, el matrimonio está disfrutando de unos días de paz y desconexión junto a sus cuatro hijos y han tirado la casa por la ventana para deleitarse con auténticos lujos al alcance de muy pocos.

Por muchos es sabido la vida de suntuosidad que llevan los futbolistas y aún nos siguen dejando con la boca abierta con los caprichos que se dan. Pilar Rubio y Sergio Ramos se han prometido vivir unas vacaciones inolvidables, ¡y vaya si lo están siendo! El jugador del PSG y la colaboradora de 'El Hormiguero' se han deleitado con un auténtico manjar de dioses: un chuletón bañado en oro.

Sí, has leído bien. Pilar Rubio y Sergio Ramos han probado esta delicia que se ha convertido ya en el chuletón más caro del mundo. Su precio es de 500 euros y otros muchos rostros conocidos del mundo del fútbol, como Benzema, tampoco ha podido resistirse a probarlo. Tal y como ha mostrado a través de 'stories', la pareja se ha quedado impresionada por la preparación del plato y han disfrutado hasta el último bocado. ¡DALE AL PLAY!

Ha sido un año especialmente duro para Sergio y Pilar. Desde que el de Camas fichara por el PSG, la vida de su familia ha cambiado radicalmente y todos están encantados con la rutina que han creado en París. Pilar ha vivido a caballo entre Madrid y la capital de Francia, ya que así lo han requerido sus diferentes compromisos profesionales pero no se arrepiente de haber dado el paso de cambiarse de ciudad: ya es una más y hasta está aprendiendo el idioma local.