Capilla ardiente de Antonio Juan Vidal, marido de Paz Padilla: Anna Ferrer, rota, acude al tanatorio

El marido de Paz Padilla ha fallecido a consecuencia de un tumor cerebral a los 53 años

Actualizado a 20 de julio de 2020, 13:54

De luto riguroso y con la tremenda pena oculta en la mascarilla y unas gafas de sol, Paz Padilla ha despedido este lunes a su marido, Antonio Juan Vidal, que ha muerto a los 53 años víctima de un tumor cerebral. La presentadora está arropada en este golpe durísimo de sus amigos y seres queridos, que acudían este domingo a la capilla ardiente instalada en el Tanatorio Virgen del Rosario y, horas después, en la iglesia de Zahara de los Atunes (Cádiz).

Anna Ferrer Padilla

Anna Ferrer, hija de Paz Padilla, era de las primeras personas en llegar a la capilla ardiente. La joven, el máximo apoyo de su madre en estos durísimos momentos, ha viajado junto a su progenitora hasta Andalucía y no la dejará sola en ningún momento. Este domingo también ha estado con ellas la tertuliana Marta López, muy amiga de Paz, que no ha dudado en acercarse al tanatorio para arroparlas y despedirse de Antonio Juan Vidal.

Dos duros golpes en muy poco tiempo

Anna, con semblante muy serio y vestida totalmente de negro, se refugiaba esta mañana detrás de su mascarilla y unas enormes gafas de sol. A sus 23 años, la hija de Paz Padilla ha tenido que enfrentarse en solo seis meses a dos duros golpes: la muerte de su abuela Lola y, ahora, la pérdida de Antonio, al que estaba muy unida, tras una larga enfermedad. Su novio Iván se ha convertido en su apoyo más importante en este duro trance.

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Los últimos meses de Antonio

La enfermedad le fue diagnosticada a Antonio Juan Vidal hace un año, cuando visitó de urgencia el hospital en el que quedó ingresado durante algunas semanas. Tras recibir el alta, siguió la recuperación en casa, un tiempo en el que su mujer, Paz Padilla, y la hija de esta, Anna Ferrer, no se han separado de él.

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Un abrazo que lo dice todo

Especialmente, Paz Padilla se está apoyando en sus hermanos y en su hija Anna Ferrer, quien no la deja sola y es quien está manteniendo la serenidad y la fortaleza para que su madre no caiga en la desesperación. Madre e hija se han fundido en un abrazo que sus familiares y amigos han presenciado en un silencio respetuoso. Lydia Lozano contó este domingo en 'Socialité' que la gaditana ya estaba preparada para este durísimo adiós.