La fama de carácter difícil ha vuelto a meter en líos a Loquillo. Como artista lleva a sus espaldas una de las carreras más sólidas e icónicas, cuajada de éxitos, pero alguna que otra salida de tono le ha puesto en el disparadero a menudo o, al menos, más veces que las que él habría deseado. Su reprochable actitud hacia un trabajador durante un concierto fue captada por los móviles de los asistentes, corriendo como la pólvora en redes y convirtiéndose en el último escándalo viral. En pocas horas de hacerse viral, Loquillo ha entonado el 'mea culpa' con una extensa carta publicada a través de sus perfiles.
El pasado 13 de agosto, los fans de Loquillo tenían una excitante cita con él en Torrelavega. Para muchos, era el primer concierto postconfinamiento y había muchas ganas de ver a su ídolo sobre un escenario. Era muy especial. Sin embargo, el espectáculo se vio empañado por la mala actitud del cantantehacia un empleado de seguridad que cruzaba por delante del escenario mientras Loquillo interpretaba 'La mala reputación' de George Brassens.
José María Sanz, el nombre que se esconde detrás de Loquillo, interrumpía abruptamente el concierto y se dirigía entre gritos al de seguridad. "Que sea la última puta vez que cruzas delante de mi puto escenario. Vete a tu pueblo. Aquí mando yo", bramaba desde el escenario. El trabajador aguantó el chaparrón bochornoso como pudo mientras las cámaras de los móviles registraban la situación, difundiéndose casi simultáneamente en las redes sociales. El vídeo se convertía en viral y le llovían las críticas a Loquillo, quien ha tenido que salir al paso de la situación a través de un "comunicado oficial" publicado en Twitter e Instagram.
![Comunicado Loquillo](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 854 1176"%3E%3C/svg%3E)
"Sirvan las líneas siguientes como petición pública de disculpas por el suceso puntual acaecido en el recital de Torrelavega y difundido a través de las redes sociales y algunos medios de comunicación. Lo ocurrido es sin duda desagradable y ruego abiertamente disculpas a la organización, al público y, por supuesto, y ante todo, al trabajador de seguridad al que increpé, fue un error mío excederme en el tono de modo tan expresivo. No obstante, deseo dejar claro igualmente que en momento estuvo en mi intención insultar u ofender a nadie (...) Son tiempos muy duros para trabajar y los nervios, más veces de las que nos gustaría a todos, están a flor de piel", ha escrito a modo de sincera disculpa.