Una camiseta y dos cambios de ropa: claves en la investigación del crimen de Daniel Sancho

El hijo de Rodolfo Sancho se habría cambiado de ropa en un lapso de apenas 20 minutos, según informó el reportero de 'Y ahora, Sonsoles. Verano'

Montse Jolis
Montse Jolis

Periodista especializada en corazón y sociedad

Daniel Sancho

Cualquier detalle de los movimientos y del comportamiento de Daniel Sancho (29 años) está siendo investigado minuciosamente para aclarar qué sucedió desde que el hijo de Rodolfo Sancho (48 años) y Silvia Bronchalo (48 años) llegó a Tailanda hasta la muerte y posterior descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta (44 años), crimen del que Daniel de autoinculpó y por el que la policía colombiana solicita pena de muerte para él. Ahora se ha sabido que Daniel realizó unos cambios de ropa que resultan sospechosos y que podrían ser claves en la investigación.

Reportero Juanjo Martínez

El reportero Juanjo Martínez, enviado especial a Tailandia.

Atresmedia

Dos cambios de camiseta en menos de 20 minutos

Según informó el reportero Juanjo Martínez, enviado especial a Tailandia de 'Y ahora, Sonsoles. Verano', y según las imágenes que la policía de aquel país ha facilitado a los medios de comunicación, Daniel Sancho se habría cambiado, en apenas 20 minutos,  la camiseta con la que fue a buscar a Edwin Arrieta al puerto y la que llevaba en una cafetería a la que fueron a tomar algo antes de ir a la villa en la que Edwin perdió la vida, degollado, según arrojó el informe de la autopsia.

Dos camisetas en 20 minutos

Dos camisetas en 20 minutos.

Atresmedia

 

Juanjo Martínez explicó que en la imagen en la que aparece en la moto con Edwin tras recogerlo en el puerto, Daniel llevaba una camiseta blanca. "Pero ha aparecido un nuevo escenario, la cafetería en la que se detuvieron antes de ir a la casa, donde hemos podido ver las chanclas blancas de Edwin. En Tailandia es típico que antes de entrar en una cafetería para tomarte un café, una tostada, lo que sea, hay que dejar los zapatos fuera". En esa cafetería, Daniel llevaría una camiseta de tirantes negra, pero en la imagen no aparece Edwin, aunque sí sus chanclas blancas.

Tras estar en la cafetería, los dos amigos se dirigieron a la villa que Daniel Sancho había alquilado y en la que, presuntamente, sucedió el atroz crimen que acabaría con la vida del cirujano. Según la policía tailandesa, al llegar a la villa, Daniel volvía a llevar una camiseta blanca. ¿Se cambió dos veces de ropa o, quizá, el hombre de la cafetería no era Daniel Sancho? Según el reportero, "no sabemos si era Daniel porque la imagen que nos da la policía no se le ve la cara, pero sí reconocemos las chanclas de Edwin".

La villa en la que murió Edwin

La villa en la que murió Edwin.

Atresmedia

Continúan las investigaciones

Pese a que la policía aventuró que ya habían dado el caso por cerrado, que Daniel Sancho era culpable de asesinato premeditado y ocultación de cadáver, por lo que pedían para él la pena de muerte, lo cierto es que el juez encargado del caso necesita más pruebas antes de llevarlo a juicio y las investigaciones continúan.

Otro detalle que traía de cabeza a la familia de Daniel Sancho es por qué la ropa de Edwin Arrieta no estaba manchada de sangre si este había muerto, como se dijo inicialmente, de varias puñaladas, o si, como dictaminó la autopsia, murió degollado cuando su asesino le sesgó el cuello. Según Big Joke, el jefe de la policía tailandesa, en una entrevista concedida al programa 'En boca de todos', "la ropa la habría lavado Daniel y por eso no tenía ningún resto de sangre".

Daniel está tranquilo y hace yoga

Mientras siguen las investigaciones, Daniel Sancho sigue en prisión preventiva en la cárcel de Koh Samui, donde de lunes a viernes recibe la visita de su madre, Silvia Bronchalo. Daniel se encuentra bajo vigilancia para evitar que atente contra su vida y, según ha trascendido, practica deporte y hace yoga a diario. Sin duda, las visitas de su madre lo mantienen tranquilo, pese a que su futuro no es nada esperanzador, dados los delitos de los que él mismo se autoinculpó.

El objetivo de la familia es traer a Daniel a España lo antes posible, una posibilidad que, de ser condenado a muerte, desde luego, no sería algo inmediato ni mucho menos. Daniel será juzgado en Tailandia y, casi con toda seguridad y por los delitos tan graves que se le imputan, sería condenado a la pena capital. Como se sabe, entre España y Tailandia no hay tratado de extradición, pero sí un convenio firmado en 1983 en Bangkok, sobre cooperación en materia de ejecución de sentencias penales. Para poder acogerse a este convenio, primero el rey de Tailandia debería conmutar la pena de muerte por una cadena perpetua –algo que solo hace en su cumpleaños, el 28 de julio–, cumplir unos ocho años de condena en una prisión tailandesa y entonces tramitar el traslado a España para cumplir lo que quedara de condena.