Lourdes Ornelas (62 años), madre de Camilo Blanes (39 años), tiene otro motivo de preocupación que tiene que ver con su hijo. Según ha informado el periodista Aurelio Manzano en el programa 'Fiesta de verano', la casa en la que vive Camilín, situada en Torrelodones, lleva un tiempo sufriendo varios robos que habrían cometido, presuntamente, algunos 'invitados' del hijo de Camilo Sesto. Según Aurelio, "amigos y no tan amigos que han visitado la casa durante este tiempo han ido sustrayendo objetos personales y cosas de valor, como cuadros y otros recuerdos del artista. En total, se habrían llevado objetos por valor de más de 100.000 euros".
Preocupación por el camino que ha tomado Camilín
Por lo que parece, a Camilo Blanes solo le preocupa la fiesta y tener la casa llena de gente, lo que quizá no se esperaba es que entre las muchas personas que lo visitan en su casa, habría unos cuantos amigos de lo ajeno. No es la primera vez que el chalet de Torrelodones sufre un robo desde que lo habita Camilo. En diciembre de 2021, y coincidiendo con un ingreso hospitalario de Camilo, unos ladrones entraron en la vivienda y la desvalijaron, llevándose objetos de gran valor.
La deriva que ha tomado la vida de Camilo Blanes, preocupa mucho a su madre y a muchos de sus seguidores. A los problemas que arrastra por culpa de sus adicciones, desveladas por su madre en televisión, hay que sumarle ahora la última decisión del hijo de Camilo: querer convertirse en mujer. Esto no supondría mayor problema si no fuera porque, al parecer, para hormonarse y hacer la transición Camilo estaría cometiendo una auténtica locura, pues se estaría surtiendo de ciertos medicamentos en el mercado negro, lo que puede ser muy peligroso, ya que estos tratamientos no tienen ninguna garantía sanitaria.
Camilo es ahora Sheila Devil
Por el momento, Camilo Blanes se hace llamar Sheila Devil y en sus publicaciones de Instagram ha borrado todas las fotos en la que aparecía como varón y, desde el pasado mes de abril, comparte imágenes con su nuevo look de mujer. En algunas fotos aparece con muy buen aspecto, pero en otras, se le ve con un físico muy deteriorado, incluso sin buena parte de sus piezas dentales.
A decir verdad, a Camilo –o Sheila, como quiere que la llamen– le importan muy poco los comentarios que le realizan algunos de sus seguidores. Suele pedir que le dejen en paz, ya que solo quiere vivir su vida sin que nadie le moleste.
Muchos son los que piensan –entre ellos su propia madre– que el hijo de Camilo Sesto acabará dilapidando la inmensa fortuna que le legó su padre y, no solo eso, sino que muchas de las visitas que recibe en su casa solo quieren aprovecharse de él y hasta robarle.