La polémica ruptura entre Tamara Falcó (41 años) e Íñigo Onieva (33 años) el pasado mes de septiembre puso el foco en la familia del empresario. Abrumados por la presión mediática, su madre Carolina Molas y sus hermanos, Alejandra y Jaime, se limitaban a guardar silencio a la espera de que Íñigo diera la cara. Y así fue, el empresario pedía perdón públicamente a la marquesa de Griñón y a la vez reclamaba que se dejara en paz a toda su familia, quienes tampoco lo estaban pasando nada bien con la situación.
Desde entonces, Carolina Molas se ha mostrado hastiada y visiblemente disgustada con la prensa, hasta el punto de recalcar que ella no es un personaje público. Sin embargo, parece que la reconciliación oficial de la pareja lo ha cambiado todo... Este miércoles, después de que Tamara e Íñigo confirmaran su segunda oportunidad a través de Instagram el foco volvía a recaer en la familia de los protagonistas. Carolina, con una amable sonrisa, atendía a la prensa a las puertas de su casa y reaccionaba a los planes de boda de la pareja. ¡Dale al PLAY!
La reconciliación de Tamara e Íñigo ha provocado infinidad de reacciones, pero no todas han sido buenas. La marquesa de Griñón ha revelado que la propia Isabel Preysler le advirtió que Íñigo podría volver a traicionarla, pero ni siquiera el consejo de su madre la paró en su decisión de dar una segunda oportunidad al empresario.
Eso sí, parece que al menos por el momento no se ha producido ese reencuentro familiar. Los días en los que Íñigo Onieva ha visitado a Tamara en Villameona Isabel Preysler no se encontraba en la casa, y lo mismo ha ocurrido en el caso de la madre y los hermanos del empresario. En esta segunda etapa de su relación, la pareja ha decidido dejar al margen a su entorno y centrarse en su felicidad.
La preciosa declaración de amor de Íñigo Onieva a Tamara Falcó
"Hasta el fin del mundo juntos. El amor gana, y es lo que ha prevalecido y lo que nos ha traído hasta aquí tras estos meses tan duros, pero el amor que sentimos el uno por el otro, contra todo pronóstico, nos ha vuelto a unir. Lo que no nos mata nos hace más fuertes", con estas palabras empieza una extensa carta en la que Íñigo Onieva hablar del amor pero también del dolor que le ha provocado a la que define como la mujer de su vida.
Después de un romántico viaje al Polo Norte, Íñigo no ha dudado en hacer pública la promesa que le ha hecho a Tamara y piensa cumplir a rajatabla: "Mi absoluta prioridad eres tú, tu felicidad y nuestro proyecto conjunto de pareja y de familia. ¡Tú eres mi familia! (...) Mi único objetivo es hacerte feliz cada segundo de tu vida, o mejor dicho, cada 'nano segundo'! Lucharé por recompensar el sufrimiento que te he provocado con una vida llena de felicidad y amor".